1. Con la comida no se juega


    Fecha: 04/10/2025, Categorías: Masturbación Autor: Selene, Fuente: CuentoRelatos

    ... miel y sudor a la vez que me tocaba por encima de la vulva. Me encantaban las vistas, me excitaba verme así, comencé a dedearme de pie pero suavemente. Agarré de nuevo el pepino y el bote, me senté frente al espejo con las piernas abiertas dejando al descubierto mi vulva, eché más miel sobre mis pechos, bañé también el pepino y frente al espejo empecé a penetrarme con el vegetal con un ritmo relajado.
    
    Fui fijándome en cómo los pliegues de mi vulva se abrían cuando sacaba el pepino y se hundían cuando me lo metía, en como sonaba mi vagina por la miel y en como había dejado el suelo mojado por mis chorros. Aumenté el ritmo intensamente, mi cara se puso roja y mis expresiones faciales eran un poema pero muy sensuales, se veía que disfrutaba cada centímetro del pepino, no solo en mi cara sino también en el temblor de mi cuerpo que hacía que mis tetas no parase en vibrar. Entre gritos agudos de placer alcancé el tercer orgasmo acompañado del último squirt que terminó mojando el espejo, distorsionando la imagen de mi cuerpo.
    
    Esta ...
    ... vez tomé un descanso largo, mentalizándome por lo que había hecho y de lo tanto que había disfrutado. Miré la hora en el móvil y me di cuenta de que faltaba menos de una hora para que llegasen mis padres. Tocaba limpiar la faena. Eché la toalla a lavar, fregué el suelo y limpié el espejo “¿Para qué usar agua si ya está mojado?” Pensé. Me di una ducha rápida, no fue nada, solo me mojé para limpiarme del sudor y la miel. Eché perfume en mí y en la habitación para camuflar el olor.
    
    Me puse unos tirantes que dejaban a la vista mi vientre y unos shorts que usaba solo en casa. Al ver el pepino se me hacía impensable dejarlo donde estaba, por lo que lo limpié con agua y comencé a hacer una ensalada con otros ingredientes para así no tener que tirarlo ni que mis padres se comiesen el pepino que su hija rato antes se lo metió por el coño en un momento de lujuria descontrolada.
    
    Y aquí acabaría mi experiencia con la comida. Recordad, no juguéis con la comida, pero si lo hacéis tampoco la desaprovechéis.
    
    Muchos besos lectores y lectoras. 
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