La aventura sexual de Los Simpson - Relatos Eróticos

La aventura sexual de Los Simpson

... que te lleves un buen recuerdo.

—Oh Dios— pensaba Homero, que con toda su masa se sentó en la cama. — ¿Aquí, en el pechito....?

—No, no Morse, donde tú ya sabes, allí abajito.

—¡Ned, que cosas me pides...!

Pero sin poder evitarlo, y aun sintiéndose culpable por la muerte de Morse, Homero metió su mano debajo de la suave sabana y la colocó sobre el enorme paquete de Ned. La tela del slip era suave, y no podía dejar de notar el pedazo de carne gomosa que ocultaba. Se mantuvo un tiempo masajeándole el bulto hasta que Ned le dijo:

—Quítame el slip, así estás más cómoda, querida.

Homero dejó el masajeo y tomó el elástico del slip con ambas manos, deslizándolo por las peludas y fuertes piernas de Ned. Al sacárselo, y casi sin querer, recibió un pijazo en la cara. El monumental pene de Ned, erecto tras tantos masajes, le dio en plena cara y casi se le mete en la boca. Ned lo noto y dijo.

—Oh, Morse, ya entiendo, quiere llevarte su sabor al más allá. Sí querida, una última vez, has lo que tanto te gustaba. Soy todo tuyo y siempre lo seré. Empieza a chupar cuando quieras. — Ned colocó una de sus manos detrás de su cabeza , y con la otra fue guiando la de Homero (que se sostenía la peluca para que no se le cayera) hasta su pene. Homero maldijo a Marge por su idea, pero obnubilado por los olores que ese monumental pene le estaba lanzando no le quedó otra que abrir la boca y empezar a succionarlo.

—Chopp, chopp, glup. chopp. — se oía en el cuarto

Así que esto ...

... es lo que se siente al chupar una pija. No esta tan mal, pensó Homero. El gustito algo salado del pene de Flander lo estaba excitando y haciendole crecer su propia morcilla.

Homero ya había participado en una orgía gay hace unos años, junto a Carl Carson y a Lenny. Lo habían emborrachado y abusaron de él pero solo como activo. Siempre era el que la metía o al que se la chupaban. Una noche en que se quedó a cuidar a Barney en su departamento, el gordo borracho le había rogado que se la metiera, y Homero no se negó. Desde aquella vez en que Barney y Otto totalmente borrachos jugaron a ser pareja el trasero de Barney pedía y pedía pija. A Homero se le pasaban todos estos pensamientos por la cabeza mientras disfrutaba cada vez más del pene de Flanders.

—oh...que bien lo haces Home...quiero decir Morse...- susurro Ned. — ya casi acabo Morse, prepárate a tomar mi elixir amor...

Mientras Homero tragaba litros de leche de Ned, por culpa de otra de sus ideas tontas, en el cuarto de los chicos, Bart no perdía tiempo metiendo su lengua en uno y otro de los traseros de los hijos de Flanders.

—Oh Bart, esto no puede ser pecado— gemía Todd

—Y aún falta lo mejor, prepárense— les dijo Bart entre susurros.

Apretó su pito para que le saliera más lubricación y dirigió la cabeza de su pene al culo virgen de Todd. Bart era un experto rompeculos. Había desvirgado tanto a Milhause como a Martin, y, en completo secreto también a Nelson y hasta al Sr. Smiterrs. Homero debía agradecer ...