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Parejas de Conveniencia
Fecha: 13/10/2025, Categorías: Incesto Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos
... rostro reflejaba un placer inmenso, algo que me extasiaba, porque no hay nada como sentir que tu macho disfruta follándote. El mismo macho que yo sentía en lo profundo del coño, empezó a lamerme un pezón sin dejar de moverse follándome duro y profundo…, su tronco se deslizaba a todo lo largo, desde la punta a la raíz hundiéndome por completo en la raja de mi coño, mientras yo con la voz entre cortada de placer le pedía que me follase así todos los días… que a partir de aquel momento, él y yo seriamos muy felices que nadie en este mundo. En esos instantes sentí palpitar a mi hijo dentro de mí, su cipote se endureció y yo le espeté… – No te salgas, córrete dentro de tu madre… hazme feliz y lléname con tu semen. ¡No hay peligro de que me dejes preñada! Y aunque hubiese, te querría igual dentro de mí. – No, no me saldré y te atenderé para que no te falte un hombre que te llene de amor. No me iré de tu lado mamáaaaa mi amooorrrrrr Ummmm síiiii… – Se corría a chorros. El cuerpo de Niklas se movía al mismo ritmo que su orgasmo, la eyaculación fue tremenda, percibía cada chorro de leche que derramaba en mi coño más profundo, lo que provocó mi orgasmo. Tal vez no se entienda, pero sentir como estás siendo inseminada por tu semental y que este sea tu propio… el hijo predilecto, no tiene una descripción fácil, me sentía en la gloria de los dioses del Olimpo…, la mujer más feliz del mundo mundial. Cuando terminó se dejó caer sobre mis tetas, las cuales ya no me importaba ...
... mostrar colgonas para mi hombre, amortiguaron su peso por el volumen que contienen. Percibía su calor, su sudoración en mi piel y el ritmo cardiaco de su corazón a compasado con el mío… ambos excitados por igual. – Cuando vengas a casa, ya buscaré la manera de hacer esto contigo a menudo… No voy a poder pasar sin que me folles todas las semanas. ********** En el piso de Málaga…. Antes de partir, mi suegra me encomendó que viniera todos los días a su casa, y que me preocupara un poco de la comida y limpieza de la casa. Lógicamente, menos gracia me hizo, pero tampoco quería incomodarme con mi marido, así que buenas a primeras, me encontré teniendo que cuidar de mi cuñadito Hans. No solo le hacía la comida, sino que además le planchaba la ropa, e incluso le ayudaba en la limpieza de la casa. El resto se las apañaba bastante bien. Pese a todo, durante esa semana y la anterior, Hans tuvo muchos exámenes y apenas teníamos tiempo para hablar, no salía mucho de su cuarto de estudio. Fue a partir del tercer día solos cuando comencé a ver más a mi joven cuñado, al haber superado los días fuertes de exámenes, lo que ocasionó que pasara gran parte del día en su casa. Yo ya ansiaba la llegada de mi esposo y contaba los días que restaba para su regreso. Es más, me había percatado de que su llegada iba a coincidir con la época de mis mejores días fértiles. Me encontraba deseosa, y como no, “necesitada de un buen polvo”. Llevaba casi una semana sin tener sexo y aquello me ponía ...