YES - Relatos Eróticos

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... y mi lengua, o yo los suyos. Sin dejar de acariciarla toda, mi boca pasó nuevamente por su cuello, descendiendo lentamente hasta sus pequeñas pero turgentes y bien paradas tetitas, las que comencé lamiendo, besando y chupando, hasta meterme enteramente en la boca, primero una y después la otra durante un buen rato. Ella no decía una sola palabra, solo gemía, primero quedamente, y poco a poco con más fuerza e intensidad;

YES – ¡¡¡mmmmmmm, Siiiiiiiiiiii, asiiiiiiiiiii mi Vida, Por favor, HAZME TUYA, ¡¡¡TÓMAME YA POR FAVOOOOOOOOOORRRRR!!!

YO – Tranquila mi Princesa, solo déjate hacer y disfrútalo…

Entre tanto que mis manos levantaban su minifalda, y acariciaban sus bellas nalguitas, cubiertas por un calzoncito, que al tacto se sentía de encaje, sus delgados pero firmes muslos y dirigí una mano por el interior de sus muslitos, acariciando suavemente sus ingles, hasta llegar al borde de sus pantys, por encima de su Monte de Venus, el cuál comencé a masajear suavemente, sintiendo su calzoncito totalmente empapado; mis dedos se llenaron de sus cálidos jugos, y yo los llevé a mis labios, saboreando tan delicioso néctar y después le di un profundo beso Para que Ella también disfrutara el delicioso sabor de su vagina. La sentí estremecerse de Emoción y de Pasión, cuando empecé a sobar su lindo traserito, y mientras con una mano desabotonaba su minifalda, metía la otra mano por debajo de la misma, sintiendo la suavidad de sus nalguitas por encima de sus pantys, y ...

... recorriéndolas, noté que usaba liguero. Quise comprobarlo, y bajé con mis labios por sus bellas piernas hasta hincarme delante de Ella, levanté su faldita, y frente a mi quedó el más hermoso Monte de Venus que mis ojos hubiesen visto, cubierto con un precioso bikini de encaje negro, puesto por encima del liguero también de la misma tela y color; el liguero sujetaba unas excitantes medias de seda también de color negro.

Permanecí unos instantes contemplando la belleza de esa imagen que llevo grabada a fuego y miel en mi mente; reaccioné cuando Ella tomó mi cabeza entre sus manitas, acercándola a tan bello lugar, del cual aspiré su sensual aroma que terminó de enloquecerme, al darme cuenta que sus sensuales pantys estaban empapadas de sus fluidos, los cuales empecé a lamer con mis labios y mi lengua, por encima de la delicada tela; Ella se estremeció como si hubiese recibido una descarga eléctrica:

YES – ¡¡¡Oooooohhhh, mi vidaaaaaa, siiiiiiii, siento como si me orinara, ¿Qué es estooooo? Aaaaaaaahhhhhhh…!!!

YO – ¡¡¡Déjalo Salir Mi Niña, NO LO REPRIMAS!!!

YES – ¡¡¡Aaaaaahhhhh, Ooooooohhhhhh, Siiiiiiiiii, me viene siiiiiiiiiii…!!!

Y explotó en su primer orgasmo, derramando sus fluidos, que salieron por la delicada tela de encaje de sus pantys, y por los bordes de la misma y que empecé a sorber golosamente, sosteniéndola por sus caderitas, ya que con la venida sus piernitas se aflojaron y casi estuvo a punto de desplomarse. Cuando se repuso un poco, volví a atacar con mi boca y ...