Mi esposa Ceci y su hermana Caro en mi oficina
Fecha: 16/10/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Atrevido, Fuente: CuentoRelatos
... Mi amor ya por favor, hazlo cariño… No me tortures mi amor, que estoy ansiosa de sentir todo mi vida…
Ante esta suplicante petición, que enardeció a mi cuñada y a mí, le metí suavemente la verga a mi esposa, mi cuñada no aguantando también su calentura, descubrió uno de sus pechos y se lo dio a mamar a su hermana, quien al sentir como le iba entrando la verga empezó a estremecerse y contraer su vagina como queriendo exprimirme la verga…
La seguí bombeando, mi verga entraba y salía empapada de la vagina de mi esposa, mi cuñada y su hermana besándose apasionadamente, mamándose las dos sus enormes y suculentas tetas… Es lujurioso estar cogiéndose a unas hermanas y que estas se desenfrenen besándose y mamándose sus chichotas jugosas, llenas de pasión y deseos ardientes…pero así son mi esposa y mi cuñada…calientes, cachondas, lujuriosas, golosas y sobre todo insaciables…
–Miguel quiero ensartarme tu verga mi amor… Quiero que me traspases con todas tus fuerzas para quitarme esta comezón que me devora y calcina por dentro.
–Si Miguel, clávale toda esa vergota a mi hermana, quiero verla gozar, quiero ver como te la coges cariño, quítale lo caliente y dale verga hasta que la llenes.
Me senté en una silla, acomodándome para que mi verga estuviera completamente libre, mi esposa se fue colocando quedando montada encima de mi, ayudada por “Caro” que aprovechó y me dio una mamada antes de que su hermana se ensartara la verga, luego le dio lengua a la vagina de “Ceci” y fue ...
... guiando mi verga en la rajada de mi esposa, hasta que quedó totalmente ensartada… ahí empezó a cabalgarme y en ese sube y baja, sentía escurrir un torrente de líquidos de la vagina, empapándome los guevos.
Mi cuñada al borde de la locura, se tocaba sus jugosas chichotas y su hermana acariciándole el pezón la cachondeaba enardecida de pasión, se besaban y al vaivén incesante del sube y baja de mi esposa sobre mi verga, las dos como lesbianas se entregaban una a otra.
–Ahora me toca a mi cogérmelas como yo quiera, les dije… Quiero que se pongan las dos agachadas sobre la mesa.
–Si, si… Agachadas y juntas para que nos las metas a las dos.
Y diciendo y haciendo, rápidamente las dos se colocaron ofreciéndome sus majestuosas nalgas, sedientas de sexo.
Le metí la verga primero a mi cuñada y a mi esposa le empecé a acariciar, su vagina estaba hecha un diluvio, inundada, con torrentes escurriendo de sus labios vaginales.
Cambié de vagina y se la metí a mi esposa, la empecé a bombear con rapidez buscando su orgasmo, a punto de conseguirlo, gritó desesperada
–Ya Miguel, ¡que me estoy viniendo papacitooo! Mi amor que salvaje eres Miguel… Aaah…
Sentí como se le aflojaron sus piernas y los dos rodamos al piso para no desaprovechar, le abrí las piernas y se la volví a meter, empecé el mete y saca, mi cuñada se echó encima de mí restregándome sus deliciosas tetas en la espalda.
Al sentir el cuerpo de mi cuñada en mi espalda acariciándome con sus deliciosas tetas y ...