Mi esposa Ceci y su hermana Caro en mi oficina
Fecha: 16/10/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Atrevido, Fuente: CuentoRelatos
... sus manos deslizándose por mi cuerpo estuve a punto de venirme, pero resistí el candente momento.
En este vaivén de cuerpos, mi esposa ya no aguantó más y con un sonoro.
–¡¡aaaggh!! Se vació completamente en un rabiante orgasmo.
Para penetrarla más, al momento de estarse viniendo materialmente me acosté sobre de ella y mi cuñada también viniéndose se encimó en nosotros… Como pude me incorporé un poco, para controlar mi calentura y evitar vaciarme, quería seguir disfrutando a mis mujeres insaciables y ardientes.
Empecé a jugar con la vagina de mi esposa y mi verga, para permitir que se enfriara un poco, mi cuñada por atrás de mí seguía acariciándome y llenándome de besos por mi cuello y mi nuca, enardeciéndome más y más.
–Cuñada colócate encima de tu hermana, quiero ver que se besen y te mame las tetas.
–Si cariño, lo que tu mandes amor, me contesto.
Se colocó encima de mi esposa y esta le empezó a mamar sus chichotas, le metí la verga a mi cuñada, se deslizó suavemente en su vagina por ...
... lo empapada que estaba haciéndola estremecer en cada milímetro que le iba entrando… Su enorme culo es una visión alucinante y más, si se siente el inmenso y lujurioso placer de ver la verga desaparecer en las entrañas de mi cuñada, mi esposa abierta de piernas debajo de nosotros, mamándole desesperadamente las tetas a su hermana y ésta, delirando de placer como una poseída.
Al borde de la locura y estando los tres al máximo del placer, aceleré mis embestidas a mi cuñada con la leche en la punta de la verga, se la clavé desesperadamente sacándosela con rapidez y haciéndola a un lado, me vine copiosamente en la cara de mi esposa.
Las dos como inseparables hermanas, me chuparon la verga hasta que me la limpiaron completamente, saboreando sus propios jugos vaginales mezclados con la leche caliente que de mi verga a chorros salió… Después mi cuñada empezó a lamer la leche que en la cara tenía mi esposa… Así terminó la visita de mi esposa y su hermana a la oficina, los tres exhaustos tendidos en la alfombra.