Tuve que someterme a sus deseos
Fecha: 19/10/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Montes Federico, Fuente: CuentoRelatos
¡No puedo entender como terminé así! Llena de deudas y en la calle. Empecé a jugar como diversión y en pocos meses me arruinó la vida. Sola, sin poder recurrir a nadie y en una ciudad desconocida.
Les cuento, soy Viviana, tengo 19 años, morocha, buen cuerpo, tetas chicas pero una colita que se dan vuelta a mirar, parada y respingona. Una catamarqueña que llegué hace un año de mi pueblo con la ilusión de triunfar en la Capital y todo se fue al carajo. ¿Volver derrotada a la estrecha vida de mi pueblito? Ni loca. Algo tenía que hacer, lo que sea. Fui a ver a la única persona que podía pedirle algo.
– “Hola Juan”, le dije cuando abrió la puerta
– “Hola Vivi, te hacía volviendo a tus pagos, pasá”
– “No quiero volverme”, le dije mientras entraba en su living y dejaba la valija y la mochila en el sofá, “¿no me aguantás esta noche? Necesito un lugar”
– “¿Te echaron de la pensión?”
– “Si, le debo la semana y ahí no te aguantan ni un día de atraso”
– “¿Y la plata que me debés?
“Aguantame que me reponga y te la pago, lo juro”
Juan era un pibe un poco más grande que yo, de unos 25 años, que conocí en el trabajo que tuve ni bien llegué. Una noche de farra terminamos cogiendo y después le corté el rostro. Pero recurrí a él para manguearle dinero y ahora para que me banque para dormir.
– “¿Vos te pensaste que soy la Casa de la Beneficencia?”
– “”Porfi. Una noche nada más”
– “Y después ¿a dónde vas?”
– “No sé. Algo se me ocurrirá“
– “Mira Vivi, me ...
... cansaste con las promesas. Te podés quedar acá no una noche, sino una semana o dos. Pero algo vas a tener que hacer para compensarlo”
– “No entiendo ¿Qué querés que haga?”
“¿Sos boluda o te tengo que hacer un dibujo nena? Tenes que hacer lo que yo quiera. ¿te queda claro?”
– “¿Te vas a aprovechar así de mi situación?”
– “¿Yo me aprovecho? ¿Me cagas la guita que me debes, me pedís cobijo y morfi y soy yo el que me aprovecho? Aceptá o agarrá tus cosas y andate.”
Y así fue como terminé de sirvienta para todo rubro que Juan quisiera. Yo sabía que me tenía ganas y me vi obligada a aceptar. No estaba mal el flaco y muchas más opciones no tenía. Me dijo que me acomode (y que me bañe) mientras hacía la cena. Cuando bajé a comer enfundada en una bata que tenía me vi con una mesa toda servida con una bondiola a la cerveza negra con puré y un tinto de buena calidad.
Era la primera comida decente en meses ¡¡y qué comida!! Estaba exquisita. Comimos, charlamos y nos bajamos el vino. Después un cafecito y puso una peli. Nos sentamos en el sofá los dos tranqui mirándola. Me relaje totalmente y me olvide del trato, pensando que había sido una cargada. Hasta que apagó la tele y le pregunté donde iba a dormir.
– “Vení que te muestro”, dijo y me llevó de la mano a su habitación y me mostró su cama. “Vas a dormir conmigo y quiero que te acuestes toda desnuda”
– “No, ¿es en joda, no?”
– “No. Es eso o toma tus cosas y andate”, me respondió con un chirlo. “Acá yo pongo las ...