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Mi hija, desde que entró en la adolescencia
Fecha: 21/10/2025, Categorías: Incesto Autor: TPRECIADOS2000, Fuente: TodoRelatos
... considerado todo lo que hacía nuestra hija, fuera lo que fuera. Pero entre "la niña" y yo se había establecido una tensa relación erotica, que nos gustaba a los dos por igual. Con las caricias a la barriga de mi hija a mi se me ponía dura y me salía el correspondiente bulto en el fino pantalón que me ponía para andar por casa. Al principio traté de disimularlo, pero como vi el interés de mi hija, que me lo miraba constantemente y cuando cruzabamos nuestras miradas, me sonreía en señal de complicidad, pues decidí no hacer nada y dejar que mi verga disfrutará del momento. A veces me excitaba tanto que me descontrolaba, metía mi mano por el elástico de las calzonitas que llevaba puesta mi hija y mis dedos dentro de sus bragas y acariciaba su vello púbico. Pero, fuera de ese entorno, disimulabamos y nos comportabamos como padre e hija, guardando las distancias. Hasta que un día que nos quedamos solos, porque mi mujer se había ido a ver a su madre, que no se encontraba bien y se quedaría a dormir allí, pasó lo que tenía que pasar. Por la tarde mi hija me dijo que se iba a dar una ducha, porque tenía mucho calor. Yo me quedé en el salón, sentado en el sofá, viendo un concurso de la tele. Cuando mi hija terminó de ducharse y regresó al salón... ¡Joder! Estaba impresionante. Se habia puesto unas calzonitas cortas y amplias que dado la barriga que tenia, el elástico le quedaba por debajo del ombligo y en la parte de arriba una especie de top de esos ...
... que si miras desde abajo se ven las tetas, porque son muy cortitos y, por supuesto, sin sujetador, con lo que, los pezones de sus tetas, que también le habían crecido con el embarazo, se le marcaban en la fina tela del top. Yo, que me había puesto de pie, porque iba a ir a la cocina a tomarme un vaso de agua fresca, me quedé embobado mirandola y sin poder contenerme le dije: - Madre mia, hija, estas preciosa, pero que bien te sienta el embarazo. A lo que ella me contestó con una sonrisa de agradecimiento: - Gracias papá, pero con esta barriga parezco una bola. Se acercó a mi, me abrazó y comenzó a besuquearme por toda la cara, mientras me daba las gracias una y otra vez, hasta que finalmente me dio un beso en toda la boca. Yo, aunque, lógicamente, no me lo esperaba, abrí instintivamente mis labios, mi hija me metió su lengua y nos fundimos en un apasionado beso durante unos largos segundos. Luego mi hija separó su boca de la mía y con una amplia sonrisa me dijo una vez mas: - Gracias papá, te quiero papá.. Y se sentó en el sofá, como si tal cosa. Yo, sin acabar de creerme lo que acababa de pasar, fui a por mi vaso de agua y cuando volví, mi hija se había tumbado en el sofá, con su espalda apoyada en el brazo de un extremo. Yo me senté en el otro extremo. Ella recogió sus piernas, doblandolas por las rodillas para hacerme sitio, con lo que, desde mi posición, si ponía interés y me fijaba bien, a través de la amplia abertura de su pequeña ...