El cornudo y el viejo vecino facha (Cap IV) - Relatos Eróticos

El cornudo y el viejo vecino facha (Cap IV)

... ha vuelto de la muerte para asegurarnos lo que hay más allá…

De manera que ahora mismo lo único que tenemos para aferrarnos, es la ciencia...

Y esa ciencia, nos dice que, somos impulsos eléctricos… Que somos una maravillosa mezcla de energía y carne.

Y como tal, debemos obedecer nuestros instintos más genuinos.

Verás, Toñi no está cooperativa, Toñi ha dejado de sentir esa chispa que sentía con el tacto de tus manos, con el tacto de tu verga, cuando hacía el amor contigo…

Y sin embargo, sabes que ella ha vuelto a recobrar esa chispa, cuando está cerca de aquel individuo…

A su vez, tú también has sentido una infinidad de sensaciones con ese hombre.

¿Qué problema hay?…

¿Qué te impide continuar sintiendo?-

Fran permanecía pensativo…

Su mirada perdida en algún punto entre el techo y la constelación de Alfa Centauri, me hacían pensar que mis palabras, estaban calando profundamente en aquel hombre.

-Mira, vamos a hacer algo, me gustaría que forzásemos una situación, un encuentro…

A partir de ahora, el trabajo de campo lo vamos a desarrollar fuera del despacho. Quiero conocer tu entorno, quiero conocer tu casa, tu círculo de amistades, a tu esposa, a don Ramón, quiero conocer a ese hijo de ella que comparte vida contigo, que no es tuyo, aunque lo quieras como si lo fuese…

Daniel se llamaba… ¿Cierto?-

-Si don Cosme, se llama Daniel, y es el ojito derecho de mi esposa, tanto es así, que no duda un instante en dejarme claro que él está en ...

... cualquier concepto por encima de mí. Yo soy completamente supeditable y por el contrario, él es prioritario en absolutamente todo…-

-¿Cómo es su relación con su hijo?-

-Ese muchacho lo es todo para ella…

Es la madre abnegada, la que se sacrifica, la que lo sacrificaría todo para el más mínimo beneficio de ese muchacho.

Tiene 25 años, es moreno, de complexión atlética, es el típico niño de mamá, criado entre algodones, pero a veces, siento como esa admiración, ese amor incondicional, se enturbia…

Como en algún momento, su ser interior, quisiese sustituir un concepto por otro…

Y convertir aquel joven, que ella ha criado y amoldado hasta convertirlo, en justo lo que a ella le gustaría tener como hombre…

A veces, veo como observa a su hijo Daniel, y una especie de pequeño Flash, una especie de destello, un brillo, asoma a través de su mirada, como si esa libido inexistente, cuando está en modo materno, se estropease, cortocircuitase y en algún momento, esa mujer, esa madre, evolucionara en una verdadera hembra acechante, agazapada, esperando el instante para abalanzarse sobre aquel tierno, y apetecible joven.

A veces la he imaginado observando a ese jovencito, a través de la puerta, a través de una pequeña rendija de su dormitorio, y la he imaginado, apretando sus pechos, apretando sus pezones, con su mirada completamente perdida…

Observando su torso semi peludo, sus juveniles rasgos, su exultante cuerpo, y su vigorosa verga…

Y la he imaginado acariciando ...