-
El cornudo y el viejo vecino facha (Cap IV)
Fecha: 23/10/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Domadordepalabras, Fuente: TodoRelatos
... su cuerpo, introduciendo su mano bajo su falda y acariciando con sus dedos su viejo y asqueroso coño peludo… Es posible, quizás, de alguna manera, todas las madres, en algún momento sientan ese complejo de Yocasta… Esa sensación animal y ancestral, que toda mujer, en algún momento ha sentido hacia un hombre, olvidando por completo que el hombre en cuestión, ha salido de sus propias entrañas. A veces, en mis más calientes momentos, cuando estoy conmigo mismo en soledad, y volar mi imaginación, imagino así, muchacho, imberbe y pajillero, observando a su madre, a través de la mampara de la ducha, frotando sus pechos, frotando su peludo coño, y masturbándose de manera frenética, sacudiendo violentamente su verga, pensando en el sucio e impúdico acto incestuoso… Y esa impudicia, ese maculante acto que, de alguna manera ensucia el limpio concepto entre madre e hijo, me excita tanto como para terminar masturbándome y eyacular pensando en tan sucio acto.- -¡Que interesante Fran!… Si me paro a Analizarlo, es como si a través del Hijo, estuvieses castigando a la madre, a esa elevada figura materna… A esa deidad que es el concepto de la madre. El sumun de Amor… Como si mancillases el más puro y ancestral concepto del amor…- -Es posible… Por cierto, hablando de conceptos, esta mañana, estuve en casa de don Ramón… Y sentí una amalgama de sensaciones tan turbias, tan sucias, tan interesantes, que aún me siento algo perdido. Lo que he vivido esta mañana, me ...
... ha dejado bastante descolocado… Esta mañana, justo antes de ir a trabajar, bajaba por las escaleras y escuché como la puerta de don Ramón se abría, de ella, salía Toñi, visiblemente alterada, visiblemente, sorprendida, al chocarse, frontalmente conmigo, su expresión de terror, se potenció. “Hola cariño, he bajado a casa de don Ramón porque se sentía mal” Toñi, invisiblemente alterada, visiblemente agitada, no se creía aquella peregrina excusa ni ella, de manera que, de alguna forma esperaba esperanzada que yo aceptase esa excusa. “Creí que estabas trabajando” “Es cierto querido… Me dirigía a la oficina, pero don Ramón me pidió que le echase una mano porque se sentía bastante indispuesto, y lógicamente, como vecina no podía dejarlo en ese estado”. Don Ramón apareció por el pasillo abrochándose los pantalones, con su camiseta interior blanca de tirantes. Debido a que ese hombre nunca llevaba slips, dejaba entrever parte de su vello púbico mientras se abrochaba los pantalones. “Bueno vecina, gracias por la visita, me has dejado bastante aliviado. Si veo qué tal, luego te llamaré para que bajes de Nuevo” “De acuerdo, Ramón” Susurro Toñi, algo avergonzada. Inmediatamente, salió escaleras abajo, cosa que aprovechó Ramón para mirarme con una sonrisa socarrona, de estas que sueltas, cuando sabes que tienes todas las cartas ganadoras… “Ven cornudo, imagino que querrá saber todo lo que ha ocurrido” Justo en el instante en el que me llamó cornudo, ...