-
Un domingo trabajando
Fecha: 27/10/2025, Categorías: Hetero Autor: Cielo del Norte, Fuente: CuentoRelatos
Era domingo y me había tocado ir a trabajar por la mañana, un extra inoportuno. A las 3 de la tarde finalizó el trabajo, se marcharon los clientes y me quedé allí solo, como no tenía nada que hacer por la tarde y estaba allí a gusto y con mi llave de la empresa decidí pasar allí la tarde a mi bola tirado en el sofá y escuchando música, meditando, una tarde para mí íntegramente. Pero a eso de las 6 empecé a aburrirme y pensé irme a casa cuando tuve una idea muy atrayente: seguir allí pero con alguna buena compañía. Y me vino a la cabeza Ana. Ana era una chica que había conocido en una discoteca hacía unas semanas. Morena, bajita, pelo largo y liso, ojos azules, muy delgadita y con tetas bien grandes, vestía pantalones ajustados de vinilo y un corpiño rojo a juego. Toda una vampiresa. Se había arrimado a bailar junto a mí, ofreciéndome su copa. Luego me ofreció sus labios y nos dimos besos y sobeteos en un sofá. Al irnos me había hecho una mamada en un pasillo del metro que dejó a medias porque vino el tren. Y unos días después la había llevado a mi casa y habíamos echado un buen polvo, así que me apetecía horrores que se viniese a mi curro aquella tarde. Marqué su número deseando pillarla libre. Contestó al móvil: “Si? Hombre tío, que sorpresa, ¿qué te cuentas?” “Que tal Anita, pues nada aquí en mi trabajo, que me ha tocado venir hoy por la mañana y luego me he quedado aquí solo de relax” dije “Vaya, que mal currar un domingo ¿no? ¿Pero ya has terminado?” ...
... preguntó “Sí, hace rato. ¿Oye haces algo esta tarde? Tengo un plan que proponerte” dije con voz insinuante “Mmmm vaya, pues no, iba a pasar la tarde en casa aburridísima” contestó con voz de interés “Pues mira, ¿por qué no te vienes para acá? estaremos solos, nadie vendrá, ponemos música, tenemos cervezas en la máquina de bebidas y además tengo algo de hachís muy bueno que podemos compartir. Estaremos de muy buen rollo, ¿te hace?” le expliqué “Hey claro tío, me hace mucho el plan, me has salvado la tarde. Dime la dirección que me visto en un momento y voy para allá. Le di la dirección y la manera de llegar y nos despedimos. “Que de puta madre!!” pensé, “tarde genial”. Debido a lo lejos que vivía tardó una hora y pico en llegar, yo esperaba ansioso y daba vueltas por los pasillos de mi trabajo, hasta que sonó el timbre. Salí a abrirla, la hice pasar y nos fuimos a un cuarto muy acogedor con un cómodo sofá, poca luz y equipo de música. Ideal. “Bueno, hazte un porrito mientras saco unas cervezas de la maquina ¿vale?” le dije. Ella se puso al lío, y en seguida estábamos tirados en el sofá, fumándonos el canuto que se había currado la mar de bien, con buena música cañera sonando y cervezas en la mano. Situación inmejorable. “Que bien que me has llamado tío, menuda tarde de mierda en casa me esperaba. Había pensado en llamarte esta semana”. Que bueno poder estar así en tu curro ¿no? dijo “Claro tía, se está genial aquí, y me acordé que hacía semanas que no nos ...