1. Un domingo trabajando


    Fecha: 27/10/2025, Categorías: Hetero Autor: Cielo del Norte, Fuente: CuentoRelatos

    ... No ha nada más alucinante que ver a una mujer correrse sobre ti, viendo como gime y grita de placer, como convulsiona y estira su cuerpo, notar el calor de sus flujos en tu miembro, es increíble ver eso, ¡uah!
    
    Al acabar se apartó y me dijo riendo: “¿tú no te has corrido aún mamón?”
    
    “No, aún aguantaba y no me ha venido”. Y pensando en mi oscura idea se la conté.
    
    “¿Por qué no me lo haces con la boca Ana?” le dije con acento semi erótico semi infantil.
    
    “ja, ja, ja, ¿lo prefieres con la boquita? Claro, lo que más te guste” dijo quitándome el condón.
    
    “Pero no te arrodilles delante, ponte a mi lado derecho mejor, en posición de a 4. Quiero verte así, me pone más.” le pedí muy viciosamente.
    
    Así que se acomodó como una gatita a 4 patas a mi derecha y apartando su cabello de la cara para que yo pudiera extasiarme mirando comenzó a darme otra mamada de vicio, chupándola intensamente pues ahora la misión era otra: mi orgasmo.
    
    “oooh Ana, no sé qué es mejor si lo que siento o lo que veo, que gusto niña” le decía yo gimiendo.
    
    “Te gusta como te la chupo, ¿eh?” dijo mirándome ...
    ... lascivamente
    
    “Siii, lo haces increíblemente bien Ana, dame caña dame” y me chupó velozmente la polla, dándome caña con la mano. Se le escapaban gemidos, a mí más.
    
    “Uaah, me corro Anita, no puedo más” dije yo cuando me temblaba el cuerpo de gusto.
    
    “Vale vale, venga, dámelo” dijo ella masturbándome rápido. Salió mi primera descarga seminal al aire, con fuerza, manchando su cara. La metió en la boca y siguió mamando para tragarse el resto.
    
    “Ahhhh dios Ana que caña” gritaba yo mientras mi orgasmo me poseía por completo.
    
    “Mmmm” gemía ella mientras mamaba fuerte y recibía todo mi semen en su boca, tragando parte y expulsando algo.
    
    Terminé de correrme y quedé hecho polvo en el sofá, ella riéndose de mi se fue a lavarse al baño. Volvió, nos hicimos otro porrito y nos quedamos dormidos en el sofá de puro relax. Nos despertamos muy de madrugada, casi amaneciendo. Ana tenía que irse y yo que trabajar pocas horas después, ya lunes por la mañana.
    
    Así que se fue a las 8 y yo me quedé ya pensando en el duro día de curro que me esperaba sin haber casi dormido y empalmando un día con otro. 
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