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Mi madre y su Jefe 2 La cena
Fecha: 29/10/2025, Categorías: Voyerismo Autor: em5, Fuente: TodoRelatos
... daba azotes en las nalgas a mi madre, como a una yegua, para promover sus ruidos que me taladraban la consciencia. Cuando mi madre estuvo a punto del éxtasis, Armando la sujetó por el vientre abrazándola por sobre la parte baja de la espalda, y comenzó a follarla a tope justo como la vez anterior, haciendo a la bendita mujer chorrear como una pistola de agua a presión. No soporté más, no pude, mi pene estaba tan duro que podía sentir mi corazón palpitar en la punta, y mientras Armando colocaba a mi madre de piernas abiertas sobre la mesa, y la penetraba mirándola a los ojos, yo comencé a masturbarme frenéticamente, sintiendo el placer más angelical que había sentido a esa corta edad. Recuerdo perfectamente como la sujetaba, poseyéndola. Agarrándola del cuello y ahogando sus gemidos mientras lo apretaba, la besó con intensidad y pude ver como sus lenguas jugueteaban, como su enorme rabo estrechaba y expandía el coño velludo de mi madre. Pero el punto de quiebre fué cuando mi santa madre se corrió por segunda vez. Armando le sujetó las piernas en el aire mientras la embestía, y cuando ella comenzó a chorrear. Armando sacó su pollón y le soltó una bofetada a mi madre, haciendo que su chorro saliera con más presión. Ver aquello me hizo venir al instante, unos 4 chorros salieron de mi polla a presión mientras Aquel cerdo reía mientras los jugos de mi madre salpicaban su enorme rabo. Era la primera vez que eyaculaba tanto. De forma casi inmediata, Armando sujetó la cabeza ...
... de mi madre, y la empujó al suelo, donde una vez la tenía de rodillas, pegó y restregó su polla por toda la tez de mi madre, y la metió en su boca a presión. Comenzó a follarla sin piedad ni corte ninguno, haciendo que su manguerota mancillara la boca y el esofago de mi madre, mientras la misma luchaba y pataleaba por respirar. Gruñó y gruñó empujando la cabeza de mi madre contra su abdomen, hasta que sin avisar la sacó de golpe y comenzó a venirse sobre la fina carita de mi santa madre. Chorros y chorros de semen espeso y caliente la bañaron mientras este degenerado miraba imponente y superior desde arriba. Mi mamá cayó derrotada sobre el sofá, y Armando simplemente, se vistió, ordenó su traje, dejó un sobre en la mesa del comedor y se fué sin más drama, dejando tras de sí una estela de misterio y maldad. Bajé las escaleras con cuidado y pude ver a mi mami en el sofá, desmayada, o ebria por consiguiente. Se divisaban botellas de ron y vodka y vasos por el suelo, y a la señora que me dió la vida, desnuda y llena de semen de macho, apestando a alcohol, y con el coño bien abierto y las nalgas rojas, manoseadas y usadas. El semen casi amarillo escurria de sus enormes tetas, y cara, y salpicaba hasta su entrepierna y sus vellos pubicos, era una escena atroz, vil, derrotista. Me acerqué a ella, y la cubrí con una manta apilada en la esquina del sofá, miré alrededor, y entonces lo supe. Mi madre, esa dulce mujer, esa guerrera que me amaba incondicionalmente, no era más que una ...