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Con la profesora (parte 1)
Fecha: 08/11/2025, Categorías: Grandes series, Autor: glupo, Fuente: CuentoRelatos
... depilado. Al quitarse por completo el pantalón, se dio la vuelta y pude ver uno pequeño triangulo de vello cuidadosamente depilado. -¡Wow! Eres perfecta –dije asombrado. -Gracias –respondió sonriendo– siempre dices las cosas correctas. -Es la verdad, nunca he visto una chica tan hermosa como tú. Se acercó, me dio otro beso caliente, ardiente. Realmente le gustaba que le diga esas cosas. Luego me dijo que le había sentir deseada después de mucho tiempo. Al estar tan cerca, besándome, mis manos fueron a sus tetas, se sentían espectacular, eran naturales, pero bien puestas. Luego bajé las manos, una apretaba sus nalgas, que desnudas se sentían aún mejor, y la otra comenzó a sobarle suavemente la vagina. Ella bajó las manos y desabrochó mi pantalón, para meterse dentro y frotar mi pene ya erecto. su vagina comenzó a mojarse. El beso se volvía cada vez más intenso. Su vagina, cada vez más húmeda, se sentía caliente. Dejó de besarme, se arrodilló frente a mí y jaló de mi pantalón. Mi pene saltó, completamente erecto. -¡Wow! Que grande la tienes –dijo con los ojos abiertos– la vamos a pasar muy bien esta noche, mi amor –dijo con una cara de puta increíble. Mientras yo me llevaba la mano, empapada de sus jugos a la boca. -Y tú sabes delicioso, preciosa –dije saboreando sus jugos de mis dedos– ven, que quiero saborear más de esa conchita mojadita. Se levantó, puso sus piernas a los lados de mi cabeza y tuve frente a mí la concha más sabrosa que he probado ...
... en mi vida. Comencé a lamerle de abajo hacia arriba la vagina. Ella emitió unos gemidos suaves y se metió mi pene a la boca. Empezamos un 69 espectacular, su mamada era rápida, mojaba completamente mi pene con su saliva, su vagina tenía un sabor increíble. Con mis manos masajeaba sus nalgas, ella apretaba suavemente mis testículos con una mano, mientras la otra se paseaba suavemente desde mis testículos hacia mi ano. Comenzó a mover sus caderas encima de mi cara, me frotaba la vagina por toda la cara, embarrándomela de sus jugos. Se levantó, fue hacia mis piernas y se sentó encima de mi pene y lo frotó con su vagina. -¡Tienes condón? –preguntó. -Si, en mi pantalón –le dije, levantando mis pies, mostrándole mi pantalón que estaba en mis tobillos. Me quitó el pantalón de los tobillos, saco el paquete de condones de mi bolsillo y saco uno, los otros dos los tiró en la cama. Retrocedió un poco, hasta quedar sentada en mi abdomen, yo no podía dejar de amasar sus nalgas. Me agarró el pene y, ayudada por la mezcla de sus fluidos y su saliva, lo masturbó rápida y fuertemente. Luego me colocó el preservativo, se levantó y se sentó de golpe en mi pene. Fue delicioso ver ese culo hacer desaparecer mi pene con tanta facilidad. Apreté sus nalgas con mis manos y las levantaba y las bajaba de golpe. Luego ella comenzó unos movimientos en círculos que me llevaron a la gloria. -¡que rico te mueves! No solo eres hermoso, sino que eres una diosa en la cama –dije, tratando de ...