1. Confirmaciones y cambios


    Fecha: 13/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... stilʹchyk, shchob pohoduvaty tsyu sonyu hrudʹmy). —saludó la recién llegada.
    
    —En español —la riñó anastasia—, que tenemos una invitada.
    
    —Perdón —dijo la recién llegada—, como Vanessa está en su jaula pensé que estábamos solas. Encantada, soy Jitka Procházková y este pequeño monstruo llorón y hambriento es Tamara, mi hija.
    
    —Yo ya he acabado —comentó Lyubov levantándose—. A la conejita aún le queda un rato porque empezó con los biberones de Erna. —Se acercó a Antonia—. Yo soy Lyubov Savchuk y esta pequeña dormilona es Lyudmyla. Mi hija y la segunda de las niñas nacidas ya aquí en Valencia. —Señaló hacia el otro sillón—. La coneja se llama Vera, y al igual que yo nacimos esclavas en la finca de Ucrania. La llamamos la coneja porque Bohdana, la hija que está ahora amantando es su quita niña, y como ves está embarazada de la sexta, que esperemos sea del Amo Pedro y no del capullo de concejal que se la folla.
    
    —Hola —saludó Antonia abrumada—. Me llamo Antonia y aunque Susana me contaba que erais varias, no pensé que tantas.
    
    —Entonces ¿tú eres la camarera del virgo? —comentó Anastasia—. Encantada de conocerte. Me hubiera gustado oír lo que oíste esa noche. ¿Qué te llevo a darle la tarjeta al Amo? —La llevó hasta la mesa y la sentó en la silla de Svetlana—. Tendrás hambre, así que lo mejor es que desayunes. Y mientras que el resto de descastadas se presenten.
    
    Las demás fueron diciendo sus nombres. Mientras estaban en ello llegaron Lidiya y Miroslava. Ambas vestían ...
    ... botas de alto tacón de aguja y cazadoras livianas que se quitaron para colgarlas en una percha. Saludaron en ucraniano y Anastasia se las presentó, explicando que acaban de llegar y no sabían aún español. Declinaron desayunar porque lo habían hecho un par de horas antes y habían salido a pasear.
    
    —Por cierto —comentó Miroslava a Anastasia en ruso—, no me gusta ser chivata, pero debería decirle al Amo que debe castigar a Ulyana y Lada.
    
    —¿Qué han hecho?
    
    —Se subieron al pico, igual que hemos hecho nosotras paseando, pero una vez allí han colgado la cazadora en unas matas y se han quitado las botas y llevan un par de horas corriendo desnudas por el monte.
    
    —Supongo que ya lo harán ellas. Dales esa oportunidad.
    
    —Ми теж будемо тренуватися. Ми вибачаємося перед нею, але ми ще погано розмовляємо іспанською. —sonó «My tezh budemo trenuvatysya. My vybachayemosya pered neyu, ale my shche pohano rozmovlyayemo ispansʹkoyu» pronunciado por Nailantei. A Antonia le resultó raro ver a la negra hablando en ucraniano—. Hasta luego —añadió en español aunque con acento.
    
    Ambas se levantaron y pusieron las cazadoras que habían dejado las dos rusas para salir al exterior.
    
    —Ama Pacheco —explicó Antonia—, decía que erais varias, pero no pensaba que tantas.
    
    —¿Ama Pacheco?
    
    —Sí, la señorita Cabello.
    
    —¡Ah!, Susana, la hija del Amo.
    
    —¿Hija de Master Brian? Pero si cuando los conocí estaban hablando de follar. Además no tienen el mismo apellido, ¿no?
    
    —Sí, lo es, pero en ...
«1234...8»