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La tía Lupe, una mujer muy astuta
Fecha: 20/11/2025, Categorías: Incesto Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... le ayudo! L: ¡Jajá, te quiero mucho hijo!! Cuando subíamos la escalera aprovechaba para acariciarle las piernas y rozar sus duras nalgas, me percaté que traía un liguero y una tanga, eso me puso más dura mi verga, la tía estaba perdida, nadie se daba cuenta de lo que pasaba, así que la llevé a su cuarto y para mi suerte no estaba mi tío, al parecer él se quedó dormido en el cuarto de su hermana, acosté a mi tía, pero como me ganó su peso se me resbaló en la cama levantando su vestido por el movimiento dejando al descubierto sus carnosos muslos y sus duras nalgas blancas, inmediatamente mi cuerpo reaccionó erizándose y con una erección. LU: ¡Dios, tía estas muy bien! L: ¡Cabrón!! LU: Tienes unas piernas de ensueño y que ricas nalgas, ¿las pudo tocar? L: Ven para acá cabrón, pero conmigo vas a prender, ¡ven! Me lancé como lobo sobre ella, mis manos apretaban sus muslos y sus nalgas, mi verga estaba a punto de estallar, la tía se quitaba su suéter y se desabrochaba el vestido, yo se lo bajé como desesperado para ver un delicioso cuerpo atlético, a pesar de sus 37 años, ella tenía una silueta envidiable. Ella, me quitó la ropa, dejándome desnudo y me pidió me acostara en la cama, yo la obedecí y ella se lanzó a jugar con mi verga, no lo podía creer, esa tía la cual yo defendí y respete por años ¡estaba a punto de mamarme mi verga! L: Uf, sobrino, que polla más grande, ¡tan chiquito y tan vergon!! LU: ¡Tía!! ¿Qué me harás? L: ¡Déjame llevar esto ...
... a mi boca, uhm!! La tía me lo mamaba riquísimo, yo disfrutaba retorciéndome cada vez que su lengua se detenía en mi cabecita, era muy buena haciéndolo, metía y sacaba mi verga de su boca como una loca, me mordía el tronco, ponía sus tetas en mi verga y me sobaba con ellas a tiempo que su boca devoraba mi cabecilla. LU: ¡Uf, tía, que rico mamas!! L: Agh, ¡eso chiquito goza!! Mi verga estaba súper dura, ella continuaba jugando con ella, no le importaba que estábamos en casa de mi abuelo o que mi tío podría entrar, ella estaba dándome una rica mamada, una la cual otros primos soñaban y que yo la estaba disfrutando. Mi tía se despojó de su tanga y subió a cabalgarme, tomó mi verga y la introdujo en su depilada y jugosa vagina, eso para mí fue la gloria, la tía estaba súper estrecha, mi verga entraba y yo jadeaba al sentir sus muslos y nalgas. LU: ¡Dios, tía que rico te mueves!! L: ¡Ah, así, que dura, así! LU: ¡Nos descubrirán!! L: ¡Cállate!!! Mejor muévete, ¡muévete tú también!! La tía cabalgaba delicioso, yo apretaba sus mulsos, esos muslos que eran deseo de muchos, la tía se dio vuelta dándome la espalda cabalgaba con más fuerza, ahora sus nalgas eran apretadas con desesperación por mí, sus gemidos me la ponían más tiesa. Me pidió me pusiera de pie y ella se orilló en la cama, la tomé de sus pies y le abrí las piernas, ella tomó mi verga y la dirigió a su vagina, ahí me tomó de las nalgas y me empujó hacia ella, sentía como entraba más y más a ...