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La tía Lupe, una mujer muy astuta
Fecha: 20/11/2025, Categorías: Incesto Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... ella, ella movía rico su pelvis al ritmo de los movimientos de mi cadera, fue entonces que me agaché un poco y empecé a moverme fuerte. LU: ¡Ah, tía!! ¡Que rico, ah! L: ¡Así, que rico, ah, ah!! LU: ¡Dios, nos van a ver, ah! L: Ah, qué importa, ah, dame, ¡dame más!!! La tomaba de sus nalgas y más fuerte me empujaba, en medio de la penetración ella me dio un tremendo beso, su beso me excitó más, esos tremendos labios carnosos me estaban apretando los míos como nunca nadie lo había hecho. LU: ¡Que rico coges tía!!! L: ¡Luis, dios, eres un gañan!! LU: Toma, toma mi verga, ¡ah! L: Si, dámela, dame, tu rica verga, ¡tú tío no me coge así tan rico como tú!! L: ¡Oh!! ¡Es la mejor, ah!! Le besaba los lindos pies, mordía sus dedos, ella me acariciaba la cara con ellos mientras se empujaba hacia mí. LU: ¡Ponte de perrito tía!! L: ¡Ah, que canijo, ya me quieres poner como se te da la gana!! LU: ¡Por favor, quiero cogerla así, me encantan sus nalgas!! L: ¡Ok, pero trata de no ser tan escandaloso! La tía se dio vuelta y se puso en cuatro empinándose maravilloso, sus ricas ...
... y carnosas nalgas estaban frente a mí, yo les pase mi lengua como desesperado para luego abrirlas y meterle mi verga de un solo empujón. L: ¡Ah, Luis, si, sigue, agh!! LU: ¡Es la mejor, que rico, agh! L: ¡Cógeme, agh!! LU: ¡Toma, toma mi verga ti, que rico, que rico!!! L: Si, cógeme papi, soy tuya, ¡agh!! La tomaba de su cintura y se la dejaba ir con fuerza, la tía Lupe jadeaba rico, le daba de nalgadas y me empujaba con toda mi fuerza, ella movía riquísimo su cuerpo, el rose de sus nalgas me hacía acelerarme más, al punto que ya no aguante y empecé a llenarla de leche, provocándole un rico orgasmo… L: ¡Agh, que caliente, ah!! LU: Uf, ah, tía, ah, ¡toma mi semen! L: ¡Si, dámelo todo! LU: ¡Me dejas seco, agh!! L: ¡Si, agh, que rico!! El orgasmo fue riquísimo, pero no me di tiempo de reposar, me sacudí el pene y me salí como de rayo del cuarto. Al día siguiente en el recalentado ella se sentó a mi lado nuevamente, y me susurro al oído: “estuviste fenomenal”, yo la miré y le sonreí, ahí supe que comenzaba una relación incestuosa con la tía más deseada, la esposa de mi tío.