-
Me rasuró el ano - Encendido con mi Papá #6
Fecha: 30/11/2025, Categorías: Gays Autor: at33sc87, Fuente: TodoRelatos
Nos quedamos medio dormidos en el piso de la cocina. Al rato, cuando mi ropa estaba ya lavada, me bañé, me cambié y dispuse a seguir con lo que quedaba de mi día. Mi mente se estaba empezando a inundar con dudas de qué hacer o cómo actuar. Ya se había bajado el high de lo caliente de penetrar una y otra vez a mi papá, verlo rebotando en mi pija, disfrutando, sudando, casi gritando, completamente relajado y pleno en su rol de putita; nunca había visto a alguien tan feliz como a mi padre siendo penetrado. Agarré camino; me detuvo en la entrada: "¿Cuándo vas a volver a venir?", me dijo coquetamente mientras me abrazaba y me acariciaba sin pena el paquete. "Tengo que hacer unas cosas de la oficina", respondí, "pero puedo pasar en la noche". "Sí, por favor, pasa", me decía mientras bajaba el zipper de mi jean e intentaba sacar mi pene, "Tengo hambre otra vez", dijo en tono desesperado mientras la punta de mi pija salía ya erecta de mi pantalón. Una vez más se avalanzó a chuparla; además de putita, era voraz. Tengo que confesarles que, como versátil, admiraba su técnica; envidiaba lo bueno que era mamando verga, quería que me enseñara. No necesitaba respirar, le encantaba tragársela toda hasta que comenzaba a dar arcadas; podía subir y bajar por todo el tronco de mi purrunga sin pena durante mucho tiempo sin parar. A los pocos segundos ya me tenía completamente duro, lubricando, listo para darle otra vez. Pero me contuve; mientras lo agarraba con fuerza de la cabeza y ...
... bombeaba mi pene en su boca, recordé que yo quería ser penetrado. "Papito", le dije mientras sacaba mi pene de su boca y lo guiaba para que se pusiera de pie; él me empezó a besar. Sentir el sabor de mi propio pene en su boca me excitó. "Dame lechita, hijo, antes de que te vayas, dame un poquito más de lechita; yo sé que no estás seco todavía". Mientras me hablaba con voz de niño pequeño pidiendo un premio, jugaba con mi pene, lo pasaba entre sus dedos; era casi tan estimulante como su boca. "Papito", repetí, "es que yo quiero que me la metás vos", lo sentí congelarse, creí que había dicho algo equivocado. De un solo dejó de jugar con mi pene, se separó. "¿Qué pasa?", le pregunté asustado, estaba disfrutando tanto su culito y tener sexo con él que no quería hacer nada que alterara nuestra dinámica incestuosa. "No, nada. Te miro en la noche", me dijo y se fue a su cuarto, yo me quedé desconcertado, nervioso, y me fui a hacer mi quehacer diario. Como a las 7 de la noche me llegó un mensaje: "¿Vas a venir?". La desesperación con que me escribió me emocionó. "Ya voy en camino", respondí. Me puse tan duro que tuve que sacar mi pija del pantalón; mientras llegaba a casa, iba dura y expuesta en el auto. Cuando metí el auto a la casa, lo encontré esperándome en el garage, con mi jockstrap puesto, evidentemente en celo y listo para ser preñado. Me bajé con el pene afuera; él respondió de inmediato. Como una zorrita bien entrenada, se puso de rodillas y empezó a chupar. Mi ...