Me rasuró el ano - Encendido con mi Papá #6 - Relatos Eróticos

Me rasuró el ano - Encendido con mi Papá #6

... crema de afeitar. Con cuidado afeitó mis huevos y mi verga; viéndolo de cara, pude ver la atención que ponía. Ahora entendía cómo su culo y verga estaban siempre tan perfectamente bien depilados.

Pensé que ya había terminado, pero no, salió de la ducha y regresó con una botella para hacer enemas. "Date vuelta de nuevo", me dijo. Sentí cómo la botella entraba en mi ano, sentí el agua llenarme y, como siempre, un poco salirse; sentirme así de expuesto ante mi padre me hizo sentir libre. Estaba demasiado excitado, nunca pensé que me pudiera poner así que me hicieran un enema, siempre me lo había hecho yo. La botella quedó vacía. "Ahora saca todo eso en el inodoro" me dijo. Me salí, dejé todo en el sanitario. "Volvé", me ordenó. Hicimos todo el procedimiento tres o cuatro veces, el agua salió limpia a la última. "Perfecto, me felicitó". Me hizo regresar a la ducha, ahora con jabón lavó todo mi cuerpo, con especial atención a las áreas que acababa de darles mantenimiento. Me metió un dedo enjabonado en mi culo, para dejarlo extra limpio. Me lavó el pelo, debajo de los brazos, el pecho, me dejó el pene extra limpio y mi culo se sentía más limpio que nunca.

"Salí y secato, ahorita salgo yo". Me envolví en una toalla y salí al cuarto, lo esperé desnudo tumbado en la cama. Me imagino que hizo lo mismo en si mismo, se tomó unos 10 minutos. Salió erecto, duro, mojado, "Hoy si" me dijo.

Yo estaba boca arriba y me levantó las piernas, con gusto se comió mi culo, yo gemía, estaba ...

... demasiado excitado, esta había sido la mejor antesala al sexo que nunca había tenido. Su lengua caliente se sentía deliciosa en mi piel helada. Mi culo se rindió ante él, mi verga estaba dura, yo la masturbaba con fuerza, mi papito gemía de placer al comerse el culo limpio de su hijo.

Yo estaba gimiendo, casi gritando, sudado del placer de que mi papito me comiera el culo, demasiado rico. Siguió un rato, de repente se separó y declaró que estaba listo. Se subió en la cama y se puso en posición, pude ver su verga recién rasurada también, me sentía tan limpio, igual que él, compartíamos eso.

Restregó su pija dura en contra de mi ano, yo estaba dilatando y no le iba a poner demasiada resistencia, me sentía relajado y feliz. Sentir su verga babosa alrededor de mi culo me tenía a mil.

De repente decidió entrar, sentí la presión, la sentí dura, la sentí caliente, la sentí fuerte, yo estaba gimiendo como loco, la sentía deliciosa, la verga perfecta para mi. Seguía haciendo fuerza y presión, continua para irse abriendo camino en mi culo que le daba la bienvenida.

De repente sentí su cadera chocar contra la mía, habíamos llegado al final de su pene, lo sentí desplomarse de placer, estaba sólido dentro de mí; yo gemía, me masturbaba como loco, lo miraba feliz. Empezó a embestirme, no le tomó mucho, con fuerza entraba una y otra vez, de repente comenzó a exhalar fuerte, esas exhalaciones se volvieron más fuertes, embestía como animal, yo estaba feliz, chorreando lubricante, ...