1. Historias de un pediatra


    Fecha: 05/12/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Gays Incesto Autor: pisofshet, Fuente: SexoSinTabues30

    ... su respiración agitada y sus suaves gritos. «¡Ay! dolió.» dijo derrepente, abriendo los ojos.
    
    «No te preocupes Fabián. No seguiremos más adentro si no quieres,» le aseguré, deteniendo el movimiento del juguete. «Esto es solo para que vea lo grande que estás.» El niño asintió, y continué con cuidado, sacándole lentamente la bola. «Ya estamos listos con esto,» le dije, guardando el juguete en el cajón.
    
    «Mira David,» le comenté, «Fabián se ha dilatado bastante. Anteriormente solo toleraba la segunda bola, y ahora ya se adapta a la cuarta.» El orgullo se reflejaba en la cara del padre al ver el progreso de su niño. «Puedes tratar de entrar con un poco más de la punta cuando estén en casa» le sugerí, «Pero ten cuidado al principio. No queremos sobrepasarnos.»
    
    «Genial doctor, no puedo esperar,» dijo David, con la excitación clara en su tono. «Fabián ha crecido tanto, y estoy seguro de que podrá aguantar un poquito más.»
    
    «Claro que puedes, mi valiente Spiderman,» le sonreí. «Pero recuerda, la paciencia es la clave. Ahora, David, cuentame, ¿cómo has notado a Fabián en los últimos meses?¿Has notado alguna mejora en su salud general?»
    
    David carraspeó, ajustando su pantalón. «Bueno, doctor Domínguez, la verdad es que Fabián se ha transformado en un niño realmente saludable. Duerme bastante, come de todo y sus dolores de estómago por la noche se hicieron más leves.»
    
    «Ah, eso es bueno, David. Realmente me alegro de escuchar eso. Vamos a ver como anda todo en ese ...
    ... cuerpito». Tomé el estetoscopio y lo coloque suavemente en el pecho de Fabián, escuchando su latido acelerado. El niño seguía desnudo, provocándome cada vez más. Mientras sostenía el estetoscopio con la mano derecha, con la izquierda comencé a acariciar el pene del niño, haciéndolo crecer.
    
    Tu corazón está andando como un reloj suizo. Ahora vamos a ver como han crecido tus bolitas,» le dije con un tono divertido, levantando suavemente su testiculo izquierdo. «¿Cuándo voy a tener bolitas de grande, doctor Domínguez?» Me miró, su rostro reflejando la curiosidad y la excitación. «En unos años te van a crecer mucho, y van a ser quizás como las de tu papito o más grandotas,» le dije, dando un vistazo a David, que me devolvió la sonrisa. Y vas a ver que te va a salir lechecita de hombre, igual que a él.
    
    «¿A los otros grandes también les sale lechecita?» Preguntó Fabián, su tono inocente despertando una sonrisa en mi rostro. «Sí, a todos los varones les pasa, mi querido,» le respondí, continuando con mi examen.
    
    «¿A usted también le sale lechecita, doctor Domínguez?» La inocente interrogante de Fabián me tomó por sorpresa, y no pude evitar reírme. «Claro que si, Fabián. A todos los adultos nos pasa. Y se siente muy rico porque da unas cosquillitas»
    
    «Genial, doctor. Quiero que mi lechecita sea grande y sabrosa,» dijo Fabián, sin darse cuanta de lo que realmente decía. Su inocente comentario me provocó una erección que no pude ocultar. David, al darse cuanta de mi reacción, sonrió y ...
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