El jefe de mi marido me visita en mi casa - Relatos Eróticos

El jefe de mi marido me visita en mi casa

... repente, soltó un chorro de semen caliente, tirándolo en mi cara. La leche de Carlos blanca y espesa cubrió mi rostro ufff que rico, y me quedé allí, con la boca abierta, recibiendo toda su carga.

Carlos: Qué rico se siente. Me encanta verte así, toda embarrada de mi leche.

Agarre su pito y comencé a pasármela por la cara, untándome más de leche por la cara, asegurándome de que cada gota se esparciera por mi cara. Con su verga aún dura, comenzé a darme de golpes en la cara con ella, sentía lo pegajoso de su leche. También golpeaba su verga contra mi lengua, el sabor de su semen mezclándose con la saliva en mi boca ufff.

Yo: Tu lechita es rica. Me encanta cómo te vienes.

Luego, me metí su verga a la boca y comencé a darle mamadas, limpiándola con mi lengua mientras mis dedos se movían por mi cara, recogiendo su semen y llevándolo a mi boca. Saboreé cada gota, disfrutando de su esencia mientras Carlos me miraba como comportaba de puta.

Yo: Tu verga sabe tan rico. Me encanta limpiarla así mi amor

Terminamos rendidos, nos quedamos dormidos en la cama, agotados pero satisfechos. Yo seguía vestida de puta, con el rimel escurrido por mi cara, una mezcla de maquillaje y semen secándose en mi piel y con mi panocha aun punzando. Carlos, exhausto, se acurrucó a mi lado, su respiración profunda indicando que había caído en un sueño profundo.

.

A eso de las 5 de la mañana mas o menos, Carlos se despertó. Lo sentí moverse a mi lado, se incorporó en la cama. Me di ...

... la vuelta para mirarlo, mis ojos aún pesados por el sueño.

Carlos: Amor, tengo que irme.

Yo: Está bien, amor. Déjame abrirte la puerta.

Me levanté rápidamente y bajé las escaleras aun vestida de puta, abrí la puerta, asegurándome de que no hubiera nadie afuera. Carlos, ya vestido, se dirigió a la salida con pasos silenciosos.

Carlos: Gracias, nena. Te llamo más tarde.

Yo: Ok, amor. Ten cuidado.

Carlos se despidió con un beso rápido en mis labios. Cerré la puerta rápidamente, asegurándome de que el sonido no despertara a mis vecinos. Volví a mi cuarto aun con olor a sexo uff riquísimos, me quede dormida nuevamente, pero con una sensación y una resaca riquísima.

Me gustaba lo que había hecho Carlos, mandando a mi marido a otro lugar para que nosotros pudiéramos disfrutar. Era una puta, una zorra para Carlos y yo sabia que eso era para él, una puta insatisfecha, y me encantaba cada minuto de ello. La excitación de saber que Carlos había entrado a mi casa y me había cogido en la misma cama donde dormíamos mi ex marido y yo, sin que él se enterara, me hacía sentir poderosa y deseada.

En otra ocasión les platicaré como Carlos me cogió, pero cuando mi ex marido regresó a casa, también tenía ganas de cogerme, pero al intentar hacerlo, se dio cuenta de que yo estaba abierta jejeje, logre evadirlo jejeej.

Espero que les haya gustado este relato, recuerden que es real y que trato de recordar lo que yo puedo obviamente pasaron mas cosas que omite pero hay se los ...