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En la playa con mis primos. Vol 1: Álvaro y Pablo
Fecha: 12/12/2025, Categorías: Gays Incesto Intercambios Autor: jerryescribe, Fuente: SexoSinTabues30
... pene reaccionara brincando de emoción. Se iba acercando muy lentamente a mi miembro, como esperando que lo fuera a detener yo o su hermano en cualquier momento, pero nunca pasó, y llegó hasta mi virilidad y la tomó con gran expertiz. – Que padre que tú sí tienes prepucio. – Dijo jugando con mi piel y haciéndome retorcer de gusto. Empezó a subirla y bajarla mientras Álvaro no despegaba sus ojos de mi verga. Pablo era un maestro de las jaladas. Aunque hubiera terminado ya dos veces ese día, estaba empezando a sentir que iba a tener un tercer orgasmo. -Bro, puedes ayudar también, no todo el placer es en la verga – Le dijo Pablo a Álvaro, mientras llevaba su mano a mi pezón. Empezó a jugar con él, y yo solté un gran gemido que tuve que ahogar para no despertar a nadie. – ¿Ves? Le gusta, ahora tú, pero ponle saliva para que no se le vaya a irritar. – Ese comentario fue suficiente para recordar la mamada que nos habíamos dado y en vez de llevar su mano a mi pezón, llevó su lengua. Estaba yo en el cielo, teniendo una jalada de uno de mis primos mientras el otro jugaba con mi pecho. Solo pasaba su lengua por ellos, pero era más que suficiente para que mis vírgenes pezones me llevaran a la gloria. Pablo al ver a su hermano comiéndome, entendió que entonces que la noche podía ponerse más interesante, detuvo la jalada y tomó la cabeza de su hermano con sus manos, y la empezó a bajar por mi abdomen. Álvaro no dejaba de lamer y besar mi cuerpo hasta que llegó a mi miembro y lo ...
... hizo metérselo completo a la boca. Pablo duró un rato marcando el ritmo de la mamada de Álvaro mientras me veía hacer caras de placer y estremecerme. Se hincó en la cama y pasó una de sus piernas del otro lado de mi pecho, quedando su enorme verga al alcance de mi boca. Lo voltié a ver hacia arriba, y vi en sus ojos lo que estaba esperando que pasara. Aproveché el momento para apreciar la toma. Yo tenía a mi primo rubio y flaco encima de mi. Mi primo tenía la línea media del abdomen marcada, pero no por ejercicio, las piernas blancas y delgadas, y sus nalgas suavecitas. Era completamente lampiño, menos de las axilas, que ahora traía depiladas. Y se estaba amarrando su cabello con una liga para lo que venía. Atrás de él, no lo veía, pero lo sentía, estaba Álvaro, ahora hincado en el piso, dándome una mamada legendaria. Álvaro había empezado a explorar mi cuerpo como lo comentó Pablo. Besaba mis piernas, lamía mis huevos, se la tragaba toda. Tomé a Pablo de las nalgas y me metí ese miembro a la boca. Ni siquiera intenté meterlo todo, pero no fue necesario, con lo que entró, fue suficiente para que gimiera de placer. Iba a empezar a succionar cuando mi primo decidió que él sería quien llevaría el ritmo, y empezó a hacer un mete saca tranquilo que me prendió increíblemente. No sabía cuánto iba a aguantar. Eran demasiadas sensasiones nuevas al mismo tiempo, y tenía a Álvaro en búsqueda activa de más. Me separó las piernas un poquito y me dio un lametazo en el perineo. Si no ...