1. Me cogí a la güera enfrente de su esposo


    Fecha: 19/12/2025, Categorías: Confesiones Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... fueran así de directos.
    
    Z: Para salvar nuestra relación, ¡buscamos nuevas aventuras!
    
    G: Y tú nos llenaste el ojo, ¡se ve que si le cumplirías muy bien a mi güera!
    
    Sonreí, los miré de arriba bajo y acepté irme con ellos, los seguí en mi carro hasta la Guerrero, una colonia pesada en la ciudad de México, llegamos a una refaccionaria donde guardamos los carros y después nos metimos en una vecindad que estaba al lado hasta el último cuarto del nivel más alto, un cuarto donde tenían todo, cama, televisión, cocinita y un baño, típico de esas colonias.
    
    Pues bien, una vez dentro, cerró su puerta y Zaira se lanzó a besarme, nos besábamos apasionadamente, mis manos apretaban sus pequeñas nalgas y sus piernas, su marido solo observaba y ponía música.
    
    Nos tiramos en la cama que ahí estaba, empecé a quitarme la camiseta y los pantalones, ella se despojó de su blusa y mi lengua comenzó a explorar su rico cuerpo.
    
    Le quité su falda y le olí su rica concha, su marido sentado en un pequeño sillón observaba la acción. Le quité lentamente su tanga, una vagina con vellos rubios, demostrando que era rubia natural, los mordí y le di unos pequeños besos a sus labios vaginales, ella se retorció y me pidió se la chupara más, yo aun dudando porque apenas los conocía, decidí mejor meterle mis dedos, comencé a abrir su vagina y explorar dentro de ella, le masajeaba su clítoris mientras ella gemía y miraba a Gerardo.
    
    Z: ¡Uhm! ¡Mi amor, mira como me hace esto!
    
    G: ¿Te gusta ...
    ... linda?
    
    Z: ¡Uhm, si!
    
    Gerardo ya se acariciaba su paquete, le excitaba ver a su mujer jadeando por otro, me quité la trusa y me disponía a ponerme un condón, pero Gerardo me dijo que así me la cogiera, yo todo irresponsable e invadido por la emoción así lo hice, me acosté y la cargué para que me cabalgara, ella se emocionó al ver mi verga dura y grande.
    
    Z: ¡Ay, si esta grande!
    
    L: ¡Ven, pruébala!
    
    Z: Que bueno que no usaste condón, ¡no me gusta!
    
    L: ¡Que caliente!
    
    Ella subió y se dejó ensartar, su vagina era apretada y mi verga empezó a hacerla sentir rico, ella movía muy bien su cadera, yo me comía sus pezones claros, los mordía chupaba, succionaba, mientras mis manos apretaban sus pequeñas nalgas y la dirigían encima de mí.
    
    Gerardo solo miraba y la animaba a moverse más, Zaira, así lo hacía se levantaba y dejaba caer, yo disfrutaba de sus movimientos.
    
    L: ¡Ah!! ¿así eres siempre?
    
    Z: ¡Es que ahorita estoy borracha, no creas que soy así!
    
    L: ¡La verdad no me importa mucho eso!
    
    Z: ¡Ah, que rico, uhm!!!
    
    La bajé y la acosté, abrir sus piernas como compas y empecé a embestirla frente a su marido, ella lo miraba y le decía lo rico que sentía, yo apoyándome de sus blancos pies, me empujaba dándole con violencia.
    
    G: Si, ¡te gusta mi amor?
    
    Z: ¡Coge riquísimo!
    
    Recliné sus piernas hasta que sus rodillas chocaban con su cara, ahí me empujé con más fuerza, ella gemía y gritaba al sentirme entrar por completo en su apretada vagina, su marido seguía ...