El misterio del Hotel Hécate - Relatos Eróticos

El misterio del Hotel Hécate

... Susi.

·Mónica, la madre, reclinada en un sofá de terciopelo con Viktor y Elena desvistiéndola lentamente, sus bocas recorriendo cada curva madura con adoración perversa.

Los sonidos llenaban el aire como una sinfonía prohibida:

·"¡Dios, más duro!" —Valeria, entre toses y risas ahogadas.

·"Esperen, no puedo— ¡Oh mierda!" —Lila, al sentir otra lengua unirse al festín.

·"¡Jódeme hasta romperme!" —Raquel, desafiante incluso en la sumisión.

·"Hace años que nadie me… ¡Oh cielos!" —Mónica, arqueándose cuando Viktor y Elena encontraron su punto más sensible.

Susi en cambio, Lucian la penetraba por detrás y Damien le llenaba la boca, Susi no podía apartar la mirada. Era hermoso. Era grotesco. Era perfecto.

—Mira bien, gatita —rugió Lucian, agarrando su pelo para forzarla a ver cómo Raquel se venía en un chorro violento—. Así terminarán todas.

—*Todas excepto tú** —murmuró Damien, salivando sobre sus labios antes de besarla—.

El círculo se cerró alrededor del bol de plata, brillante bajo la luz de las velas. Uno a uno, los gemelos fueron dejando caer su esencia dentro, hasta que el recipiente rebosó de un líquido blanco y espeso que reflejaba el fuego como un espejo perverso.

Las cinco mujeres—Susi, Valeria, Lila, Raquel y Mónica—se arrastraron hacia el centro, moviéndose como felinas en celo, sus ojos fijos en la mezcla que las llamaba.

·Mónicafue la primera en inclinarse, lamiendo el borde con una elegancia que contrastaba con el ...

... acto.

·Valeriasiguió, hundiendo los dedos y chupándolos con un gemido.

·Lila yRaquelse miraron antes de sumergir sus lenguas al mismo tiempo, compitiendo por cada gota.

·Susi, la más experimentada, besó el centro del bol, tragando con devoción mientras los gemelos observaban, satisfechos.

Pero el ritual apenas comenzaba, con un cambio de parejas;

·Lucian y Damien alzaron a Mónica entre sus brazos, llevándola hacia el sofá de terciopelo negro. —"Madres como tú… merecen adoración", murmuró Lucian mientras le mordía el muslo. —"Y corrupción", añadió Damien, deslizando una mano entre sus piernas.

·Susi, en cambio, fue tomada por Viktor y Elena. —"Nuestra sobrina favorita", susurró Viktor, levantándola como un juguete. —"Tan parecida a nosotros…", sonrió Elena antes de morderle un pezón, haciendo que Susi gritara.

Mientras las otras mujeres eran poseídas, marcadas y devoradas por los demás gemelos, Susi aprendió una nueva verdad:

·Viktorla penetró con una experiencia que solo los años dan, cada embestida calculada para llevarla al borde una y otra vez.

·Elenase encargó de su boca, ahogando sus gemidos con besos que sabían a pecado y vino tinto.

Y en algún lugar del salón, Mónica jadeaba bajo Lucian y Damien, sus gritos mezclándose con los de su hija.

El salón del Hotel Hécate resonaba con jadeos, gemidos y el sonido húmedo de cuerpos entrelazados. Las velas se consumían lentamente, proyectando sombras danzantes sobre las paredes mientras los gemelos preparaban el ...