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Trío con Juan y Lucía
Fecha: 23/12/2025, Categorías: Intercambios Autor: Wense, Fuente: CuentoRelatos
No habían dado las siete cuando llegaron Juan y Lucía para irnos al cine, Sylvia ya estaba lista, se había puesto un conjunto negro de verano con cuello barco, con flores, pero yo aún andaba con chándal por casa, y Lucía llegó con una falda gris y un top blanco que sólo se sostenía por un hombro, yo acababa de coger una naranja para tomármela, y Juan sacó su nuevo juguete, se acaba de comprar una cámara digital impresionante, estaba haciendo fotos a todo, yo me senté entre Lucía y Sylvia, y le dije que nos sacará una a nosotros, ale, otra foto, otra foto, otra, a mi mujer, a la suya, a la naranja, se estaba poniendo ya pesadito con las fotos. ―Y no sólo eso, estaba sacando demasiadas fotos del top blanco de Lucía, ya nos estábamos dando cuenta. ―Coño, Juan, para sácale las tetas a otra –le dijo Lucía. ―Hombre, si Sylvia me deja, y Jacobo, por supuesto no se ofende, por mi encantado. ―Por mí, como si se baja la camiseta, sabes que para eso soy muy abierto, que me gusta, y si quieres sacarme la polla. ―Como eres de guarro -Me dijo Sylvia, mientras me pellizcaba el culo, en clara señal de que a ella no le disgustaría lo más mínimo. ―Verás, apunta bien, que tetas como estás no se ven. Diciendo esto le subí la parte de arriba a mi mujer y mostré sus senos, con esas aureolas café con leche que tanto me gustan, y lo bajé, Juan disparó la cámara, y Sylvia me dio un palmotazo más en broma que en serio. ―Ya me lo he perdido -Dijo Lucía. ―Yo te la enseñó, ...
... comentó Juan activando la cámara… ¡coño! ¡No salió bien, salió movida, cago en la cámara! ¿a que no lo haces otra vez? ―No seas guarro, toma las mías –dijo Lucía recelosa, mientras se subía el top, mostrando unas tetas levemente tostadas por los primeros días de playa ―Estos es mucho mejor. –dije yo mientras le volvía a sacar las tetas a mi mujer, se las mordía un poco y pasaba mi lengua por los pezones, para que se marcaran un poquito. Lucía seguía con el top levantado y se inclinó sobre mí para ver mejor, evidentemente Juan había pasado de mujer y disparaba la cámara sin cesar. Así seguí un rato, las mujeres parecían más cómodas con las tetas al aire, y Sylvia parecía gozar con la situación, porque no paraba de suspirar. ―¿Tan bien lo hace? –le preguntó Lucía a Sylvia. ―Es un maestro, ¿quieres probar? ―Si Juan quiere porno y me deja yo encantada, míralo, él es más feliz con la cámara. ―Jacobo, cómele las tetas a mi mujer, que está deseando que te la folles desde que le hablé de la polla que tienes. ―Como eres, eres un cerdo -le dijo Lucía a Juan. ―No, mejor que no diga lo que tú eres. Aquello que también había empezado se estaba a punto de estropear, así que yo aproveché mi situación. ―Anda, no discutáis, que a mí no me cuesta ningún trabajo. Me incliné hacía Lucía y le comí el pezón izquierdo con verdadero entusiasmo, ella miró desafiante a su marido mientras este inmortalizaba el momento y mi mujer miraba como ponía a su amiga. Lucía ...