1. Karoline & Kiera Cap16: El cuarto día y la carta


    Fecha: 24/12/2025, Categorías: Transexuales Autor: Naomi Travs, Fuente: TodoRelatos

    ... Karoline y Kiera caminaron desnudas por los pasillos de la mansión hacia su suite, el dildo oscilando entre sus manos, sus pieles marcadas por semen, sudor y las huellas de la tarde.
    
    Al llegar a su habitación, dejaron el dildo sobre la mesita de noche y se dirigieron al baño privado, riendo suavemente mientras el agua caliente de la ducha comenzaba a caer. Se metieron juntas bajo el chorro, sus cuerpos rozándose mientras se lavaban mutuamente con jabón espumoso. Las manos de Karoline recorrieron la espalda de Kiera, limpiando los restos de semen de su pecho y nalgas, mientras Kiera masajeaba los hombros de Karoline, aliviando la tensión de sus músculos adoloridos. El vapor llenó el aire, y entre risas y susurros, se besaron bajo el agua, sus labios suaves y cálidos, un contraste con la rudeza del día.
    
    Tras secarse con toallas suaves, se dirigieron a la cama, donde el dildo de doble punta las esperaba. Con una mirada cómplice, decidieron extender su placer privado. Kiera se acostó primero, lubricando una punta con sus dedos antes de guiarla hacia su culo, gimiendo suavemente ...
    ... mientras lo insertaba. Karoline se unió, alineando la otra punta con su entrada y empujando lentamente, sus cuerpos conectándose de nuevo. Comenzaron a moverse, sus caderas chocando en un ritmo lento y amoroso, sus penes diminutos rozándose mientras sus manos se entrelazaban. "Te amo, Kiera", susurró Karoline, su voz temblorosa de emoción. "Yo también te amo, Karoline", respondió Kiera, inclinándose para besarla profundamente.
    
    El movimiento del dildo las llevó a un clímax compartido, sus gemidos suaves llenando la habitación mientras sus cuerpos temblaban. Finalmente, exhaustas, se retiraron el dildo y lo dejaron a un lado, abrazándose bajo las sábanas de seda. Sus piernas se entrelazaron, sus pechos presionados uno contra el otro, y sus manos acariciaron sus espaldas mientras se miraban a los ojos. La sensación de ser amadas la una por la otra las envolvió, un refugio tras las intensidades del día. Con un último beso tierno, cerraron los ojos y se durmieron abrazadas, sus respiraciones sincronizándose en la paz de la noche, sabiendo que el quinto día las esperaba con nuevas promesas. 
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