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Roommates
Fecha: 27/12/2025, Categorías: Lesbianas Autor: K1000la, Fuente: TodoRelatos
... quebrados lo que emitía. Mis fluidos resbalaban en sus dedos, mi pecho subía y bajaba. -Tócate las tetas…-tócate como lo estabas haciendo afuera!…Me ordenó y no puse ninguna resistencia. La combinación de las cosquillas en todo mi cuerpo, de la presión que se iba acumulando en mi vientre bajo y de la vista que tenía; la mujer del hielo, fría y calculadora sin parar de hablar, de demostrar con cada caricia lo mucho que me deseaba, me hizo rendirme a un orgasmo que me deshizo en mil pedazos. Mis gemidos resonaban en la habitación con mi cuerpo temblando en sus dedos y la vista ligeramente nublada. -Yo…yo… esto… -No tienes que decir nada niña bonita… me dijo con dulzura. -Quien eres tú? Y qué hiciste con Ericka.. le dije de forma burlona sonriendo. -Esta es la real Ericka, la otra es una versión barata!.. me dice. Las dos no aguantámos la carcajada. Ya me sentía recuperada después de unos minutos y el hambre volvió, solo que esta vez quería que ella fuera la cena… Comencé nuevamente a besarla frenéticamente, mis manos temblorosas bajaban a su centro. -Yo nunca… yo nunca he hecho esto.- Me refiero con otra mujer… dije casi inaudible. -Eso ya ...
... lo sabía, tranquila yo te guío… me respondió sonriendo y calmada. Colocó su mano encima de la mía y fue guiando mis movimientos. Su respiración entrecortada y su piel tan sensible a mi toque inexperto provocó una corriente eléctrica que me atravesó el cuerpo. Mis enfermas ganas de satisfacerla le dieron vida propia a mis dedos, quería hacerla que se corriera así tan rico como lo había hecho yo, quería que gritara mi nombre, quería esto y no solo hoy… Podría dedicar mi vida entera a brindarle todo el placer que ella quisiera. Sus sollozos me sacaron del trance, su mirada clavada en la mía, su cuerpo violando mis dedos con un vaivén rítmico desesperado. Sentí los espasmos de sus paredes, su humedad aumentando considerablemente y como si hubiera leído mi mente gritó mi nombre mientras se venía deliciosamente. El resto de la noche sacié mi curiosidad de como amar a una mujer… mi cuerpo adolorido en la mañana era un grato recordatorio de la noche anterior. Aun eso no me impidió de despertar a Ericka con mi lengua lamiendo cada rincón de su delicioso y apretado sexo… Esto era solo el comienzo de mi adicción a su cuerpo y mi manía de hacerla venir hasta que no aguantara mas…