Bajo el Sol de la Traición - Capítulo 19 ☀️🔥 - Relatos Eróticos

Bajo el Sol de la Traición - Capítulo 19 ☀️🔥

... hacia mí y me besó con fuerza, intenté resistirme girando la cara hacia otro lado, pero mis movimientos eran lentos y parecía que estaba perdiendo el control, entonces sentí sus labios cálidos y húmedos presionando contra los míos. Fue un beso francés, profundo y lleno de lengua, algo que nunca había experimentado antes.

Me sorprendió su habilidad, su experiencia, y mi cuerpo no pudo evitar responder, dejándome llevar por la pasión del momento.

—Nos encanta la vida liberal —susurró Alice en mi oído, su aliento era caliente y cargado de deseo.

Esas palabras me enviaron un escalofrío por la columna vertebral, y antes de que pudiera reaccionar, ella también se unió al beso, creando un torbellino de lenguas y labios que me dejó sin aliento.

Sus manos comenzaron a moverse por mi cuerpo, explorando cada centímetro de mi piel. Sophie se deslizó hacia abajo y, con habilidad, desabrochó mi pantalón, liberando mi polla que ya estaba dura como una roca. La culpa era de esa droga que me habían hecho tomar, pero en ese momento, mi cuerpo no se arrepentía en absoluto.

Alice sacó su teléfono y comenzó a grabar, capturando el momento en que Sophie se arrodillaba frente a mí y tomaba mi polla en su boca. Sus labios se cerraron alrededor de mí, y su lengua comenzó a moverse de arriba hacia abajo, creando una sensación que me hizo gemir de placer.

—Joder, qué bien lo hace —no pude evitar murmurar, mientras Alice se reía y se acercaba para tomar su turno.

Ella también era ...

... experta, y su boca cálida y húmeda me llevó al borde del éxtasis. Se turnaban, una tras otra, como si fuera un juego para ellas, y yo era el premio.

La habitación estaba llena de risas y gemidos, y la atmósfera se volvió eléctrica. Sophie se levantó y se posicionó sobre mí, colocando su coño húmedo y caliente contra mi polla. Con un movimiento fluido, se sentó sobre mí, montándome como una vaquera experta.

—Oh, sí —gimió, mientras comenzaba a moverse arriba y abajo, manteniendo su cuerpo en perfecta armonía con el mío.

Alice, por su parte, se posicionó sobre mi rostro, poniendo su coño jugoso y perfumado justo frente a mi boca.

—Cómemelo —ordenó, y no necesité que me lo dijera dos veces.

Extendí mi lengua y comencé a lamer su clítoris, sintiendo cómo se tensaba y se humedecía aún más. Sus gemidos se mezclaron con los de Sophie, creando una sinfonía de placer que me envolvió por completo.

El sudor comenzaba a cubrirme, pero no me importaba. La sensación de estar con ese par de mujeres era increíble, algo que nunca había experimentado antes. Sus cuerpos se movían en perfecta sincronía, y yo me dejaba llevar, disfrutando de cada momento.

De repente, decidieron cambiar de lugar, y Alice se posicionó sobre mí, con su coño ajustado y caliente envolviéndome por completo. Sophie, por su parte, se arrodilló abriendo su que estaba boca lista para recibir mi polla una vez más.

—Fóllame fuerte —exigió Alice, y no pude resistirme.

Comencé a embestirla con fuerza, ...