1. Día de Playa


    Fecha: 28/04/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... grado de excitación que al principio era doloroso pero tras el primer instante la sensación era maravillosa, jamás me habían mamado las tetas con tanta suavidad cariño y maestría. A cada lengüetazo en el pezón, notaba una palpitación directamente en el clítoris, si hubiese seguido un minuto más en mi pecho creo que me hubiese corrido directamente, pero cesó la actividad en mis tetas para dirigirse sin ningún preámbulo directamente a mi vagina. Tal era mi excitación, que me escurrían flujos por la cara interna del muslo. Lo primero que sentí fue un delicado beso en los labios de mi vagina, en ese mismo instante empece a correrme como jamás lo había hecho antes. Estefania al notarlo introdujo parte de su lengua en mi vagina, lo que acentuó mi orgasmo. Una vez recuperado el aliento me sentía en deuda con mi inesperada amante; la bese intentando hacerlo con el mismo cariño y pasión que ella me había demostrado. Saborear mis jugos en su boca fue algo maravilloso, la tumbé sobre su toalla y colocándome encima de ella empece a tocarle el pecho con la mano, me fascinaba la redondez de sus tetas y el tacto de sus pezones. Me introduje uno en la boca y empece a mamarlo. Fue una ...
    ... sensación maravillosa, siempre había fantaseado con algo así. Mientras estaba inclinada sobre ella chupándole las tetas, flexionó una pierna de manera que la rodilla quedaba pegada a mi vagina. Empece a frotar mi lubricado coñito con ella volviendo a correrme con un pezón suyo entre mis dientes. Tras esto estaba decidida, me dirigí a su vagina, la encontré completamente lubricada, le besé los labios perfectamente depilados, fue como besarle la boca pero disfrutando de su aroma y su sabor. Era un sabor cálido y un punto ácido que me volvía loca. Al cabo de un instante note que se arqueaba y pegaba su vagina a mi boca llenándome de flujos, era la primera vez que hacia correrse a una mujer. Tras esto quedamos abrazados, besándonos. Eran besos cálidos, dulces, tiernos, pero sobretodo suaves. Pero no era bastante, las dos queríamos más, se coloco entre mis piernas y junto su vagina con la mía, notaba su humedad mezclándose con la mía. Me follaba con su clítoris, notarla así me volvió loca , pero esta vez el orgasmo fue compartido, nos corrimos a la vez gritando como locas. Me encontraba desfallecida, solo tenia fuerzas para tumbarme junto a mi amante y decirle:"Esta playa levanta pasiones"… 
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