1. Un día de mis vacaciones (II)


    Fecha: 03/05/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... suelta a nuestros más ansiados deseos. - - - Andrea -decía en medio de sus toqueteos- no sabes cómo me excitas, mmmfff, me encanta comerte todo, ¡¡¡ahhhggg!!! - Cata, ahhjjjgggg, chúpame todo, mmmm... yo también te deseo demasiado. - - Inesperadamente Cata me tomó por la cintura y con un suave movimiento me sentó en el borde de la piscina, me recosté con los brazos abiertos sobre el suelo firme y esperé a que mi amiga empezara su trabajo, seguía hermosa, su cabello aplastado por el agua y el tenue reflejo de su cuerpo imponente me hacían desearla más y más, se echó un poco para atrás y tomándome el pie fue subiendo lentamente con suaves besos, pasando por la rodilla y metiéndose por la parte interior de los muslos, se colgó la pierna en el hombro y me empezó a acariciar la pierna con la yema de sus dedos mientras seguía subiendo con tiernos besos a mi entrepierna, no comprendía por qué Cata se quedaba en esos puntos tanto tiempo, por qué me daba los besos tan estratégicamente sin tocarme nunca mi vagina o siquiera acariciando mis tetas, de repente capté que Cata no quería tener sexo conmigo: quería hacerme el amor. - - Me rodeó las caderas con sus brazos y me apretó el culo atrayéndolo más, la verdad esos planes eran imposibles pues yo estaba al bode de la piscina equilibrándome difícilmente de los movimientos que mi cuerpo hacía gracias al creciente éxtasis que sentía, finalmente, después de mucho insinuarle y rogarle a Cata me chupó el clítoris, pero con la misma suavidad ...
    ... con que había empezado a besarme las piernas, a veces se detenía y me miraba, me confesaba la manera en que me deseaba y la intensidad de sus sentimientos hacia mí, eso me enternecía tanto que me provocaba bajar a besarla indefinidamente, pero era difícil elegir entre eso y seguir disfrutando de tan convenientes chupeteos, finalmente me decidí por la segunda opción: tardaría mucho tiempo bajar, besarla, volverme a subir, regresar a como estábamos y hacerlo de nuevo cuando me enterneciera otra vez. - - A los cinco minutos Cata me apretaba tan fuerte la vagina con su boca y con sus manos mi culo que yo me sentía irresistiblemente apretada en un mar de sensaciones incontenibles y sobre todo indescriptibles. - - Cata me tomó un pie e hizo que yo lo apoyara en el borde de la piscina, en otras palabras mi clítoris estaba aún más expuesto y disponible para lo que fuera, mi éxtasis pedía a gritos ser calmado y Cata se encargó de eso chupándome fuertemente y susurrando palabritas sucias que en ocasiones me hacían sonreír, sin esperarlo ni advertirlo mi amiga me penetró profundamente con dos dedos, moviéndolos circularmente mientras los introducía y lamiéndome por tiempos el clítoris, mordiéndolo y chupándolo con gran maestría. - - Sin importar que fuera una piscina, que los meseros fueran discretos pero no sordos, que la gente tuviera la oportunidad de bajar cuando quisieran y que supuestamente se debe respetar el sueño ajeno grité con cada nuevo movimiento y con cada nueva sensación, ...
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