Un día de mis vacaciones (II)
Fecha: 03/05/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... está celando demasiado y nuestros encuentros sexuales están más monótonos que nunca, me hizo mil preguntas cuando le comenté que viajaría dos días a otra ciudad. Realmente es un descanso estar aquí y sobre todo contigo. - - Hablamos por casi dos horas, le pedí que volviéramos al hotel para ver si doña Clara había regresado y luego a mi casa para saludar a mis padres; tomando el café me puse a jugar con el vaso, me eché un poco en las manos y debía ir a lavarlas así que fui al baño, una vez tuve las manos limpias miré a Cata que estaba lavándoselas también y le dije con tono insinuante y ojos de deseo: - - - ¿Sabías que una de mis fantasías es hacerlo en un lugar público? Como por ejemplo este baño... - - Ella inmediatamente entendió, miró a la puerta y luego hacia uno de los baños diciéndome: - - - Andrea, pero eso es pequeñísimo, no imagino cómo podríamos hacer alg... - - Le interrumpí la frase jalándola rápidamente adentro, callándola con un beso y sorprendiéndola con un rápido toqueteo a todo su cuerpo. De esa no se iba a escapar, ya veía realizada una de mis fantasías sexuales con la chica que me electrizaba. - - En menos de tres minutos Cata estaba tanto o más excitada que yo, la incomodidad y la estrechez del baño hacía que por momentos perdiéramos el equilibrio y cayéramos pesadamente en las paredes y en la puerta del lugar, para luego incorporarnos y besarnos apasionadamente. - - Me enloquece la manera en que en medio de mis profundos besos escuchamos cualquier ...
... ruido y Cata se separa con sus ojos desorbitados tratando de prestar atención, creyendo que nos van a encontrar y esforzándose por contener sus gemidos y hasta sus movimientos, tarea que obviamente es imposible, el sexo entre nosotras era tan incontenible como placentero, tan peligroso como excitante. - - En medio de la calentura le dije a Cata que se sentara sobre el sanitario y yo en la taza, bajándole rápidamente su jean y chupándole fuerte y constante su clítoris (forma efectiva y preferida de Cata para llegar al orgasmo) me mantuve así por unos minutos, esta vez quise variar, suspendí mis lamidos a esa zona y la estimulé únicamente con los dedos, introduciéndolos profundamente y luego sacándolos para estrujarle el clítoris hasta sentir los inevitables gemidos, mientras le lamía los pezones y con la otra mano le empujaba el culo hacia mí. - - La escena era realmente excitante, morbosa y electrizante: mi amiga estrujada contra el sanitario y la pared, yo frente a ella apretándole la vagina, atrayéndola desde el culo a empujones, sintiendo cómo entraba y salía su pezón de mi boca, la presión de sus manos desesperadas en mi cabeza y escuchando los jadeos y gemidos que trataba de calmar sin mucho éxito; seguramente alguien nos escuchó, pero a mí era la última persona a la que le importaba. - - La corrida no se hizo esperar, entre fuertes movimientos y extraños sonidos supe que ya había acabado, pensé que se tomaría algunos segundos para recuperarse pero de repente me tomó por ...