Tan chico y tan puto.
Fecha: 10/05/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: putitopasdf, Fuente: SexoSinTabues
Para el deseo no hay edad. La historia que voy a contar no es fácil de entender. La gente rechazaría sin pensarlo los sucesos que voy a relatar, no solo por ser malos ante la sociedad, también porque fueron de los mejores de mi vida. La historia comienza a mis nueve años. La primaria a la que iba era privada. Era una de las escuelas más notables de mi ciudad, una ciudad pequeña, prácticamente un pueblo en donde los chismes se corren rápidamente y no hay lugar para los secretos. Es por esa razón que jamás le dije a nadie que me gustan los hombres. Ni eso ni muchos otros secretos. Entre los muchos secretos que tenía estaba el amor que profesaba a mi profesor de educación física. Para poder relacionarse más fácilmente con la historia empezaré a hablar en presente, pidiendo que se sitúe el lector como espectador de los sucesos. Mi maestro es encargado de todas las actividades deportivas de la escuela, algo así como un director. Es un hombre de piel moreno clara, no puedo decir cuánto mide pero estoy seguro que debe ser mucho, principalmente porque al verlo siento que veo a un gigante. Es grueso, por lo que dicen las maestras cuando hablan de él, es entrenador en un gimnasio, o dueño, no sé, pero cualquiera que sea la razón es un algo relacionado con un gimnasio. Sus brazos son enormes y cuando hace fuerza sus venas saltan mucho. Piernas gruesas, pecho ancho y notorio, un abdomen marcadísimo y duro. En lo que se refiere a su rostro, tiene una boca algo grande, de labios finos y ...
... bien delineados con barba de candado y cabello moreno obscuro. Sus ojos son asesinos, sientes como si pudiera hacer lo que quisiera solo con verte. Es un macho alfa por naturaleza. Desde que mi lívido salió a flote estoy completamente enamorado de mi profesor. Es un deseo que me carcome, me enreda y hasta cierto punto me asfixia. Mi papá es director de una pequeña empresa que se encuentra por todo el pueblo, algo así como “tiendas de mecánica”. La razón por la que siempre me gusta ir los fines de semana a trabajar con mi papá es por la ruta que sigue. Somos una familia acaudalada. El rancho que tenemos en los límites del pueblo es grande y tiene tanto sembradíos como ganado, y obviamente, muchos trabajadores. Hombres de campo, machos, sudorosos, con un olor envolvente a sudor, a algo que no logro describir pero que provocaba en mí un deseo incontrolable por servirles, por seguirlos. Después de ir a los talleres pasamos al rancho. Es como un desfile de machos para mí y por esa razón adoro ir con mi padre los fines de semana, para poder tener imágenes de hombres para mis sueños. Debido a la posición de mi familia estoy obligado a ser un estudiante modelo y por esa misma razón siempre estudio como loco, sin embargo, desde que vi en el profesor Víctor algo más que un profesor, un macho, me cuesta trabajo concentrarme en mis estudios. Encontré la solución perfecta: entrar a un deporte. El profesor dirige las actividades deportivas, sin embargo, las clase que el da personalmente son ...