1. Tan chico y tan puto.


    Fecha: 10/05/2018, Categorías: Dominación Autor: putitopasdf, Fuente: SexoSinTabues

    ... las de futbol. Odio el futbol si soy honesto, pero es la excusa perfecta para poder ver a mi profesor todo el tiempo posible. Por ser un pueblo yo siempre voy a mi casa caminando, además está cerca de la escuela y la verdad es un pueblo muy seguro. Nadie tocaría al hijo del hombre más poderoso del pueblo. Al menos eso creía. Las clases terminan a las 2 p.m. y el entrenamiento de futbol es de 2 a 4. Al principio me costaba trabajo poder entender el deporte, sin embargo, no sabría decir si por miedo a mi padre o por legítimo amor al deporte, mi profesor se empeñaba mucho en enseñarme. Yo aprovechaba ese comportamiento para poder tocarlo, siempre que terminaba el entrenamiento corría a despedirme del profesor, abrazándolo por delante y sintiendo su verga y sus huevos en mi cara ¿quién sospecharía que un niño de nueve años es un pervertido? Al principio mi profesor se sentía algo incómodo y alejaba su verga de mi rostro. Sin embargo yo seguía insistiendo y siempre me despedía abrazándolo y diciéndole “¡Gracia profe!” y me alejaba. El jamás mostró ni rechazo ni asco. Pero llegó un día en que perdí la razón. La escuela tiene regaderas y los alumnos tenemos uso. En la ciudad se comenta mucho de abuso a menores pero en el pueblo no hay ni pío de actos similares, por ende, las regaderas eran un lugar confiable. El día al que me refiero fue para mí mala suerte un Viernes. Entré a las regaderas a bañarme porque teníamos una fiesta de mi familia y mis padres claramente me dijeron que ...
    ... llegara bañado para cambiarme y podernos ir. Entré. El profesor ya se había retirado, sin embargo, jamás pensé que fuera a la bañera. Llegué a las regaderas, dejé mis cosas y me metí a bañar. Subí la mirada, vi al frente y ahí estaba el profesor Víctor. Su cuerpo enorme, sus brazos, sus piernas, su abdomen todo me tenía hipnotizado pero hubo algo que realmente me puso en un estado casi enfermo. Su verga. Enorme, simplemente enorme en todos los sentidos, larga, gruesa, venosa a pesar de estar flácida, morena, llena de pelos, sus huevos grandes, colgando. Todo, simplemente todo entró por mis ojos y causó en mí frenético deseo. En la fiesta y todo el fin de semana no podía sacarlo de mi mente. Fingí cuanto pude que no pasaba nada pero cada que cerraba los ojos o me perdía en la memoria aparecía el cuerpo desnudo del profesor. Fue suficiente, tenía que hacer algo. Hablé con mis padres y les dije que quería quedarme más tiempo a entrenar. Mi padre, un macho que se respeta, no puso objeción alguna, ni siquiera cuando le dije que no quería que nadie fuera por mí, solamente eran 5 cuadras. Hablé con el profe y le dije que si podía quedarme más tiempo a practicar. Tampoco puso objeciones. Con el tiempo el profesor vio en mí una tenacidad admirable y se quedaba entrenando conmigo hasta que me iba. Pasé de ser un alumno más a su alumno preferido. Me acercaba cada vez más a él sin que pusiera oposición. Otra cosa pasó que me empujó a actuar más. Un día que terminé de entrenar lo abracé ...
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