No sos macho hasta que no la probás
Fecha: 20/05/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... siguieron no me podía sacar todo el asunto de encima. Por un lado me excitaba pensando en la violación de Ernesto y por otro con que pudiera ser deseado sexualmente por José. Esta última idea que al principio me pareció asquerosa, me empezó a resultar menos repulsiva, sobre todo después de meterme en internet a leer relatos gay. Al principio lo hice con la excusa de tratar de entender de que se trataba, pero terminé leyéndolos con interés y prestándo atención a aquellos relatos en que se relataban detalles del acto en sí. Traté de racionalizar la cosa diciéndome que era cierto que el que no probaba no podía saber si era tan macho, como decía Ernesto. Además nada se pierde con probar, pero ¿con quien?. Finalmente el viernes me dirigí por costumbre, pero con una cuota de nerviosismo al bar de siempre. En nuestra mesa solo estaba José. -Pensé que no iba a venir ninguno- dijo de lo más serio. -Supongo que Ernesto debe estar muy ofendido con nosotros y no va a venir- -¿Y vos no estás ofendido conmigo?, me parece que se me fue la mano, tomamos demasiado y uno dice boludeces- dijo mirándome de reojo. -Mirá, no se si nos conviene seguir hablando de esto, pero la verdad que me hiciste un lío en la cabeza- le contesté sin saber adonde conducía todo esto. Creo que mi respuesta, o el tono de la misma le debe de haber dado ánimos a José porque me dijo -Te pido disculpas si te ofendí, pero la verdad es que el relato de Ernesto me calentó y me hizo aflorar esos pensamientos, que por ...
... otra parte son ciertos- -La verdad que a mí me dejó pensando eso que dijo que "uno no es macho si no la prueba y no le gusta"- le contesté en tono dudoso. -¿Y vos pensás en probar?- se apuró, mostrando su ansiedad. Después de un rato de pensarlo decidí no contestar directamente -Y , la verdad se me pasó por la cabeza- -¿Porqué no vamos a mi departamento y seguimos hablando, es un tema serio para hablarlo en público, no vaya a ser que alguien nos escuche, además Ernesto ya no va a venir- propuso José. Por más que yo quisiera hacerme el boludo el asunto sonaba a levante, pero le seguí el juego y acepté. Fuimos hasta su departamento hablando de cualquier cosa, pero los dos tartamudeando de los nervios que teníamos. Cuando finalmente llegamos me invitó otra ginebra, la que me dio ánimos para decir: -Te propongo que tomemos esto como un experimento, vos me ayudás a sacarme la duda y después yo te ayudo a vos- -¿Y como querés que hagamos?- me preguntó nervioso. Parecía que los dos teníamos el corazón a 10 mil por hora. -Lo hacemos y listo, sin cosas de putos como besitos o toqueteos. Te dejo a vos primero- le dije de un solo tirón, repitiendo una frase que ya había ensayado. Con los ojos brillantes de excitación se levantó y abrió la puerta de su dormitorio. -Preparate si querés, yo voy al baño- me dijo. Entré al dormitorio, tenía una cama grande. No sabía muy bien que hacer y aún dudaba si terminar con todo esto. Escuché la ducha. Me desnudé, abrí la cama y apagué la luz, me daba ...