Historias de oficina (22) Adiós
Fecha: 24/05/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
... Realmente nunca me había sentido tan mal, por momentos parecía que me faltaba el aire y por otros parecía que estaba a punto de dormirme. Me ayudo a caminar, mis pies casi no podían sostenerme, subimos a una de las habitaciones para que pudiera recostarme tranquila. - Gracias –susurre apenas - De nada ¿Doctor? Un hombre trajeado se acercó a mí, toco mi cabeza, luego tomo mi pulso, reviso mis pupilas con una luz brillante. - Tudo está bem. Podemos prosseguir –exclamo el doctor. - Perfeito, aplicar soro –respondió él La situación ya no me gusto, me asusté mucho. Trate de levantarme tirando manotazos y grite cuanto pude, pero estaba claro que nadie podía o quería ayudarme, ataron algo a mi brazo, lo siguiente que sentí fue un leve pinchazo. Ignoro que tiempo paso pero el cansancio aumento cada vez más hasta que todo se oscureció –¡Epinefrina!– fue lo último que escuche antes de caer en un vacío eterno y absoluto, las sombras me envolvieron. Desperté de a poco, sentía mis ojos tan pesados que apenas podía levantarlos. Tenía un fuerte dolor de cabeza, no me acordaba absolutamente nada de lo que había pasado. Los rayos del sol se colaban por un enorme ventanal ¿Había dormido todo un día? Ni siquiera tenía fuerzas para levantarme. Me envolví entre las sabanas juntando un poco de calor hasta que me di cuenta de algo– Esta no es mi ropa –pensé, llevaba puesto un pijama simple. Solamente un short con una camisa, ambas eran de un color turquesa intenso– Que mal gusto– Trate de ...
... recordar con todas mis fuerzas, pero parecía que cuanto más lo intentaba más nebulosos se volvían mis recuerdos. El tiempo paso mientras intentaba reconstruir parte del día anterior –mente fría– diría mi sádico amigo, lo intentaba, trataba de pensar como él lo haría, sin duda de momento lo hacía mal. La puerta de mi habitación se abrió, una mucama ingreso trayendo consigo una bandeja con mi desayuno, sinceramente me estaba muriendo de hambre, pero estaba tan asustaba que volvieran a drogarme que dudaba si comerlo, la joven me miró fijamente durante un segundo y acomodo la servilleta nuevamente - Espero que você goste –dijo retirándose - Espera por favor… por favor quédate. Mi suplica llego a oídos sordos, se retiró tan rápido como había llegado. Por más que intentara negarme debía comer algo, necesitaba recuperar mis energías para estar lista a cualquier situación. Una Taza de té, un recipiente con leche caliente, tostadas doradas a la perfección, manteca, mermelada, yogurt, un manojo de cereales y un jugo de naranja. Decidí empezar tomando el té con leche, pero recién al echar uno de los sobrecitos con azúcar mi lenta mente recordó un detalle, cuando la mucama trajo el desayuno acomodo dos veces la misma servilleta ¿era una señal de algo? Decidí comprobarlo en ese mismo momento levantando la servilleta, pero no había nada. Supuse que todo debía ser un intento desesperado por mi mente para brindarme algo de tranquilidad, tomé la servilleta nuevamente abriéndola de una sacudida. Fue ...