Aleida Mini Ninfomanita II.
Fecha: 25/05/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues
Sexigaleno Que tal mi bella comunidad, amigos y (as), así como a nuestros distinguidos visitantes, un fraterno saludo les deja mi entrañable amiga y paciente Aleida, quien espera ansiosa sus comentarios en el panel de cada uno de sus capítulos, y de mi parte como su escritor, amigo y su ginecólogo personal de ella, les dejo un cordial abrazo, esperando sigan la secuencia de esta saga, que se va poniendo interesante, erótica y morbosa, continuo: _ _ _ _ _ _ _ _ _ Como recordaran en el capítulo anterior, del desarrollo de ciertas autosatisfacciones que se daba Aleida a su tierna edad, con ese juguete que se había convertido en su inseparable cómplice de sus largas sesiones y horas de agradables sensaciones jamás imaginadas y contadas por ella, desde su tierna infancia; hasta que dejo de ser una parvulita y se encaminó a ser una pequeña colegiala de primaría, ya a esa edad de 8 años, más crecidita pero llena de inocencia con su tierna carita de niña traviesa, comenzó a interactuar con otras niñas de su misma edad y de su mismo salón de clases, ya que departía con ellas en el recreo alguno que otro alimento o simplemente una chatarra de bolsa y además Aleida era muy inteligente, sobresalía en sus clases, en sus tareas y en actividades escolares propias de su edad. Ya con más sapiencia adquirida en el transcurrir de sus estudios; pero esos deseos irrefrenables por sentir esas “cositas cosquilludas” que ella decía, se fueron dando cada día más, al grado que lo hacía con ese juguete ...
... abominable con cuerpo de gusano y montura de caballo, como una obligación: inerte ese artefacto esperaba a la hora que regresaba esa muñequita al concluir sus deberes primarios, y no había quien la distrajera de su labor, hasta que su pequeña vaginita dejaba escapar mucho juguito sexual infantil al grado de mojar la montura del juguete y por ende su bombachita bien regada de su precoz néctar, me dice, que hasta veía estrellas de colores, cuando sentía que le bajaban sus miaditos, en esos tiempos. Y así continuaba diariamente autosatisfaciéndose en la intimidad de su cuarto, conforme pasaban los meses, como por arte de una varita mágica, le comenzaron a brotar sus tetitas, y le comenzó a salir vello en sus bracitos y en las pantorrillas, unas ligeras pelusitas, que la hacían ver diferente a las demás niñas de su edad, su pubis descubierto de cualquier vellosidad, limpio, lizo y gordito, sin señal alguna de nacimiento de esas manifestaciones de la pre-pubertad, su voz se hizo más grave de unas semanas antes a esas fechas, se le escuchaba como si fuera una puberta de 13 años, pero aún andaba rondando los 9 añitos, su carita lo demostraba, sus ojitos comenzaron a adquirir un brillo muy especial y su mirada se le veía erotizante para esa tierna edad, alcanzó más altura, pues se veía como una mujercita, pero era aún una niñita juguetona de la precocidad. Una de tantas ocasiones de actividades escolares, la maestra de su grupo les pidió apoyo a todos los alumnos, para que el fin de ...