Teresa, una mami viuda
Fecha: 07/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Confesiones
Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos
... meses, y en lo linda que estaba. El día siguiente era sábado pase por la mañana por su casa y la invité ir al cine y luego a cenar. Me costó convencerla, tenía muchos tapujos, pero logré mi objetivo. Pasé por su casa a la noche y como toda mujer aún no estaba lista, mientras la esperaba sentí en mi cuerpo un cierto nerviosismo, que se aplacó cuando ella irrumpió en el living, estaba hermosa y muy juvenil, cabello suelto largo apenas bajo los hombros de color castaño oscuro, cara redonda, ojos color café suavemente delineado, labios finos, maquillado con un rouge rosa, con una sonrisa muy dulce y tierna, un bléiser azul marino arremangado apenas un poco por debajo de sus codos, entallado y con botones dorados, camisa blanca de mangas largas con sus dos primeros botones desprendidos y arremangada un poquito por arriba de las mangas del saco, un reloj pulsera en su mano izquierda y jean azules levemente ajustados, y zapatos abiertos blancos de taco alto me miró y dijo: T- Me puse lo más juvenil que encontré, espero no te disguste, traté de parecer lo menos vieja posible, así no te sentís mal G- como puedo sentirme mal si estás muy bonita, voy a ser la envidia de todos… Realmente nunca había visto a Teresa así, se la veía muy atractiva, muy seductora, era delgada pero tenía muy buenos atributos femeninos 89-62-92 Fuimos al cine a ver una película cómica, a comer pizza y a tomar helado. Llegamos a su casa cerca de las 3 de la mañana y acepté su invitación a tomar un café. No me ...
... quería ir por lo que acepté otro café, sentí que mis sentimientos por Teresa habían cambiado, ya no la veía como la madre de mi amigo, la veía como una mujer súper apetecible, dulce, tierna y muy bien dotada, una mujer a quien debía volver a hacer sentir la pasión…era la primera vez que degustaba cada uno de sus atributos físicos. A pesar de no querer hacerlo, estábamos a punto de despedirnos, cuanto más la miraba, más me gustaba, llegamos a la puerta de calle y cuando le iba a dar un beso en la mejilla, noté que su camisa había perdido un botón con lo cual podía ver parte de sus redondos senos cubiertos por un corpiño de color blanco, y ahí no aguante más… la tomé en mis brazos y hundí mi boca en la suya saboreando sus delicados labios, pasaron tres o cuatro segundos cuando sus brazos y cabeza comenzaron a hacer fuerza para retirarme , ella se movía para impedírmelo era como una víbora intentando escurrirse de mis brazos e impedir ese contacto, cuando creía que sus fuerzas flaqueaban ella volvía a insistir en el rechazo, pasaron no sé dos minutos así, cuando empecé a sentir que sus fuerzas flaqueaban, y no solo eso ahora ella empezó a participar de ese beso. Segundos después sus manos tomaban mi cintura y a partir de ahí y por varios minutos nos dimos el más dulce de los besos. Cuando nuestras bocas se separaron ella dijo: T- No debimos hacerlo G- Porque no ninguno tiene nada que lo impida. No le permití volver a hablar le dije que la amaba y volví a hundir mi boca en ella , ...