Teresa, una mami viuda
Fecha: 07/06/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Confesiones
Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos
... volví a besarla apretándola a mi cuerpo sujetándola por sus nalgas y así fuimos hasta su habitación, ya en ella nuestros labios se separaron nuestra respiración era agitada, ella besó mi cara y mi cuello, yo comenzaba a desprender su camisa, hasta retirarla de su cuerpo tenía un corpiño blanco de encaje por el que asomaban las redondeces de sus senos , volvimos a besarnos apasionadamente y así entre besos y caricias fui desprendiendo su jean, hasta quedarse en bombacha y corpiño, ella hizo lo mismo con mi ropa, por último y antes de caer ambos sobre la cama desprendí su corpiño exhibiendo sus senos en forma de pera con sus pezones rosados erguidos y una aureola rosa rodeándolos. Ambos nos metimos en la cama sujete su cuerpo con mis manos y volvimos a besarnos mientras en mi pecho sentía sus senos y mis manos sujetaban sus nalgas. Luego mi boca bajo de sus labios besando su cuello en dirección a sus senos, ella se agitaba en la cama, gemía, daba pequeños alaridos, y su cuerpo se revolcaba sobre el colchón constantemente, mi boca besó sus pechos, luego sus pezones, deslicé mi lengua por ellos hasta introducirlos dentro de mi boca, los que se irguieron aún más, su cuerpo sobre la cama se agitaba y su boca no paraba de gemir y gritar, después de largos minutos saboreando sus pechos baje por su tórax hasta su cintura tome su bombacha y comencé a bajarla mientras mi boca besaba su cuerpo a medida que su bombacha se retiraba de él, así hasta descubrir su concha depilada entonces ...
... deslicé mi lengua por ella y hundí mi boca en ella. Teresa gritó profundamente y con desesperación tomo mi cabeza haciendo que su cuerpo se contorsionara hasta que sus labios se hundieran en los míos, yo fui retirando en la medida que la besaba la bombacha de su cuerpo, ella hacia lo mismo con mi slip, hasta hacerle sentir a las puertas de su vagina mi pene totalmente erguido ella gimió como nunca, su cabello revuelto cubría parte de su cara y me miró diciendo: T- Es hermoso estar en tus brazos G- Me encanta disfrutar tu cuerpo Entonces nos acomodamos en posición listo para penetrarla, mi pene erguido se deslizo en las puertas de su vagina durante tal vez un minuto jugué de esa manera Teresa gemía y gritaba constantemente, sus manos me acariciaban y su cuerpo viboreaba en contorsiones sobre las revueltas sábanas hasta que casi a modo de súplica y con voz agitada me pidió que la penetrase, y aunque disfrutaba viéndola así caliente, apasionada y desesperada a mí ya me costaba continuar con esto deseaba entrar en su cuerpo… Entonces ubique mi pene en la entrada de su vagina húmeda y lo introduje lentamente ella gritó llena de pasión, sus uñas casi se clavaron en mi espalda, nos besamos durante segundos y dije: "quieres más hermosa " y ella respondió "si dámela toda". Su ruego casi fue una orden mi pene deseoso comenzó a introducirse en su vagina mojada hasta hacerlo por completo ella me acariciaba, y nuestros cuerpos vibraban, mi pene ya no soportaba más, por lo que acelere los ...