1. El amigo de mi marido


    Fecha: 07/06/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Mi historia fue hace bastantes años, y desde ese tiempo que la recuerdo como si fuera ayer, ya que esa fue mi primera incursión en el sexo prohibido, si de esa forma se le puede llamar. Soy una mujer felizmente casada con un hombre normal, muy guapo para mí, es un excelente amante en la cama, así también como amigo y compañero, yo soy morena, pelo oscuro, de estatura mediana, con un físico no estupendo pero bastante aceptable, suficiente como para que algunos hombres se hayan dado vuelta a mirarme más de alguna vez, sobre todo mi trasero y mis piernas, las que tengo muy bien formadas. En el tiempo en que se desarrolló mi historia, gozábamos con Marcos (mi esposo) de una vida sexual bastante buena entre nosotros, la que se ha incrementado hasta el día de hoy. En ese tiempo sólo pensaba en el sexo sencillo, o sea, yo y mi pareja, pero ocurrió algo que cambió esa visión para siempre. Mi manera de vestir nunca fue excesivamente provocadora, salvo algunas ocasiones en que me colocaba ciertos pantalones ajustados de tela, que dejaban ver muy formada mi pelvis, y mi trasero, sobre todo se hacía notar que mi ropa interior era muy pequeña, cosa que a mi marido le encantaba, sobre todo los hasta ahora muy usados collales. Si bien las blusas que acostumbro a usar son ajustadas, igualmente dejan ver el aspecto de mis pechos, cuyo tamaño es regular, pero si bien formados. Quiero detenerme un poco para analizar mi ropa interior, ya que como decía anteriormente, a Marcos siempre le agrado ...
    ... que usara sobre todo, los calzones más pequeños que pudiera encontrar, y mi forma de dormir era siempre con un polerón corto y mis diminutos calzones, los que no duraban mucho puestos, ya que era cosa de todas las noches de ser arrancados para hacer el amor con mucha fuerza. Bueno, un día, recuerdo bien que era domingo, desperté muy agitada, y totalmente mojada entre mis piernas, debido a un sueño que había tenido, donde yo me veía teniendo sexo con un hombre que no era Marcos, mi marido, la verdad de las cosas es que el sueño fue muy vívido, y recordaba cada una de las sensaciones, la verdad es que me avergoncé un poco, y me sentía además culpable, ya que siempre he sido fiel a Marcos y en este tiempo, ni siquiera se me pasaba por la cabeza tal actitud, sobre todo, porque me parecía algo no correcto y fuera de mis principios, debido a todo esto, nunca le conté el sueño a mi marido. Pasó el tiempo, y un buen día, - digo buen día ya que así lo considero ahora – llegó Marcos a la casa comentándome que venía a visitarlo un amigo suyo desde Buenos Aires, y que pretendía quedarse en la ciudad por casi 2 semanas, y por supuesto, como era un antiguo amigo de carrete le había propuesto quedarse con nosotros en casa por ese tiempo. La verdad que a mí siempre me ha desagradado un poco tener que compartir nuestro espacio con personas ajenas a nosotros, debido a que aunque uno no lo quiera, le debe prestar atención, y eso significa ya un poco más de tiempo. Pero a pesar de eso, estuve de ...
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