El amigo de mi marido
Fecha: 07/06/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... acuerdo y lo acepté. No quiero entrar en más detalles y me saltaré hasta el día en que llegó Pedro, Marcos lo fue a buscar al aeropuerto, era un tipo de estatura media, en realidad bien parecido, nunca un modelo, pero aceptable, y bien amable por lo demás. Los primeros 4 días fueron totalmente normales, por las noches salíamos los 3 para mostrarle la ciudad, de vez en cuando comíamos afuera y otras tantas salíamos a bailar, para retornar a dormir a casa. Pedro tenía dormitorio al lado del nuestro y muy cerca del baño. Hago esta acotación para que se imaginen la casa. Al quinto día de permanencia de Pedro en la casa, Marcos, mi marido, me informó que debía ausentarse por el fin de semana, ya que tenía que viajar por su trabajo fuera de la ciudad, pero que por eso, las cosas no cambiaban que Pedro aún siguiera junto a nosotros, y que sólo estaría ausente hasta el lunes por la mañana. Marcos se fue un viernes por la tarde, yo aproveché para salir a casa de una amiga, ya que Pedro iba a visitar a otro conocido de por aquí cerca, le pasé las llaves de la casa, ya que no sabía quien llegaría primero. Como a las 12 de la noche, retorné a casa, entré sin hacer mucho ruido para no despertar a Pedro, cuando me dirigía hasta mi cuarto, me percaté que la puerta de la pieza de Pedro estaba entre abierta, y con la poca luz que daba del pasillo, se podía ver a Pedro que estaba acostado totalmente dormido, pero sólo cubierto con las sábanas hasta la cintura, con su cuerpo al parecer ...
... completamente desnudo, ya que en la parte baja, entre sus piernas, se notaba perfectamente un bulto. Bueno, obviamente pasé de largo hasta mi pieza, pero cual fue mi sorpresa al acostarme, al darme cuenta que mi diminuto calzón, estaba totalmente mojado, y aunque me resistía a creerlo, yo me encontraba algo excitada. Me costó dormirme, en mi mente volvía a ver el cuerpo semi tapado de Pedro, su bulto entre sus piernas cubierto con las sábanas, y de vez en cuando recordaba además aquel sueño que tuve una vez teniendo sexo con un extraño, la forma en que lo hacía, las sensaciones, venían a mi mente muy claramente, todo ese juego de pensamientos perjudicó mi sueño. Al día siguiente, el sábado, desperté debido a la ducha del baño, ya que Pedro había entrado en él, decidí levantarme para ir a la cocina a preparar el desayuno, sólo me puse mi camiseta de levantar, cuando salí de la pieza tuve que necesariamente pasar por fuera del baño, la puerta estaba entre abierta, no sé si a propósito y por olvido, nuestra ducha posee como cortinas, de esos vidrios totalmente transparente, como poseía por alguna fuerza extraña, me detuve a mirar, pudiendo contemplar entre la visibilidad permitida por el vapor, el cuerpo totalmente desnudo de Pedro, quien comenzaba a enjabonarse, en principio lo vi de espaldas, su trasero daba hacía mí en todo su esplendor, junto a sus firmes piernas. Pedro comenzó a enjabonarse primero la cabeza, lo que hizo que cerrara totalmente los ojos, en ese instante se volcó ...