1. La promesa de Cristian


    Fecha: 13/06/2018, Categorías: Gays Autor: dante1802, Fuente: SexoSinTabues

    ... su verga saltaba, estaba llena de vellos y era cabezona, de muy buen tamaño aunque no muy gruesa, sus bolas eran enormes quizás por estar cargadas de leche, pero lo que más me fascinó fue su olor, olía a macho y sin esperar más agaché mi rostro hasta su miembro y abriendo la boca engullí la verga dentro de mis labios. Nunca le había mamado la verga a alguien pero había visto vídeos de cómo se hacía y los puse en práctica, su aroma y sabor me embriagaban, era delicioso y era una de mis fantasías cuando soñaba con Manuel, solo que en mis sueños él estaba despierto y me acariciaba, ahora tenía que conformarme con tener en mi boca ese trozo de carne, lo chupaba desde la cabeza hasta el tronco y aunque no me cabía entero en la boca hacía lo posible por succionarlo todo. También comía sus bolas que estaban gigantes y aunque sus bellos me estorbaban me gustaba verlo peludo y tan varonil y cuando estaba poseído por chupar su verga, sentí como esta se infló y empezó a disparar leche, que me tomé saboreando el sabor de mi Manuel. Su semen era espeso y salado, terminó de eyacular en mi boca y entonces me levanté y con un pañuelo limpié su verga y me fui a acostar con ese sabor en mis labios. Observaba a Manuel profundamente dormido roncando como todo un macho y con una cara de placer, aunque él no se acordara esa noche me había desvirgado la boca. Al día siguiente, Manuel se levantó con resaca y lo único que comentó es que había dormido como un bebé y se sentía súper satisfecho como si ...
    ... se hubiera deslechado en un buen culo, pero eso fue solo un sueño erótico me confesó, yo solo sonreí. Manuel se fue esa tarde y tal como había dicho regresaba cada fin de semana para descansar del cuartel. Yo lo esperaba con ilusión cada semana pensando que esta vez sí me hablaría de amor pero nada ocurría hasta que una noche me confesó que tenía una novia, mi corazón se hizo pedazos, me reclamé por ser tan tonto, por haberme guardado para alguien que se olvidó de mí, pero no volvería a pasarme, estaba tan decepcionado que decidí entregarme al primero que me lo pidiera y un domingo que estábamos solos en la casa Manuel y yo, salí por un refresco a la tienda y de regreso, Sergio el mecánico volvió con sus insinuaciones y me dijo: por qué te haces el difícil. Ese culito que tienes es para que lo gocemos, porque no me lo prestas un día. Sus palabras morbosas me revolvieron el estómago pero estaba tan herido que ni yo mismo supe cómo contesté: pues solo dime cuándo y te lo presto. Los ojos de Sergio brillaron y me arrinconó en la pared: pues ahorita mismo chiquito, el taller está solo, entremos y entrégame tu culo. Mi corazón se agitó y le dije: por favor Sergio ahora no puedo. Sergio bajó su mano a mi trasero y dijo: entonces hoy en la noche, ven para que follemos bien sabroso, te haré sentir lo que ningún otro cabrón te ha hecho sentir. Cristian: está bien pero ahora suéltame. Me separé de él aunque intentó besarme pero lo esquivé y me fui. Sergio: te voy a estar esperando, la ...
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