Satisfaciendo las fantasías de mi marido
Fecha: 14/06/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Voyerismo
Autor: PATRI81, Fuente: CuentoRelatos
... Ya descubrió que, si llevaba ropa interior, un tanga pequeño para que se me notara lo menos posible con el vestido. Estaba cachondo y me dijo que creía que no llevaba nada y eso le había apenado. Estaba convencida de que no vendrían, porque la cara que pusieron cuando les dije que no venían en el coche con nosotros era de mosqueo. Aparcamos donde el hotel y fuimos andando hasta el bar de copas, que queda muy cerca. Es un sitio que nos gusta desde el primer día, es un bar con varias zonas, nosotros siempre nos vamos a la zona más tranquila más bucólica, porque la zona de música, fiesta, baile, Juan no la pisa para nada, que eso del baile como que no. Al entrar había mucha gente, algo habitual, la gente iba allí a la primera copa porque cerraban relativamente pronto y luego se marchaban a seguir la juerga, nosotros cuando cerraban nos íbamos al hotel. Nada más vernos uno de los responsables nos vino a saludar, nos preguntó lo típico en esos casos y aunque había mucha gente nos dijo que le acompañásemos que nos encontraría un hueco. No hay nada como ser respetuosos y ser considerados con los camareros, que vino uno que ya nos conocía y nos dijo que si lo de siempre, le dijimos que sí y se fue. Entre el ruido Juan me decía que le habían decepcionado los 3 chicos, ya que les había dado tiempo a estar allí, porque nosotros fuimos al hotel y todo. Les entendía, preferían ir a otro lugar con un ambiente distinto y donde fuera más fácil ligar, que seguro que no les costaría mucho. ...
... Entendía a juan en su cabeza se había hecho otra película. Nos trajeron nuestras dos bebidas en copa de balón como siempre, al probar la mía, note que se les había ido la mano con el licor y Juan me comento lo mismo. Llevábamos casi una hora, no creo que quedara nadie por darme un repaso con la vista y me gustaba. Juan empezó de nuevo con sus fantasías sobre lo que hubiera podido pasar con uno de los chicos. Imaginación tenía mucha y sabia como ponerme a mil. Estaba diciéndome cosas al oído y yo estaba excitadísima oyéndole cuando aparecieron los tres chavales. No sabía que decir, solo había dos asientos y no se veía ningún asiento libre por ningún sitio. Se sentaron como pudieron y nos contaron que tardaron porque le surgió una cosa al tío de Alex. De la manera que estaba sentada sin protección de una mesa tapándome, veía como sus ojos se iban a mis piernas y más arriba, también a mis tetas que en cualquier momento a alguno se le caería la baba. Nos estábamos divirtiendo, eran muy majos. Juan y ellos se iban animando, hablando de lo guapa que yo era, de lo bien que estaba y todo ese tipo de chorradas, que se suelen decir para agradar a una mujer, pero que a mí me ponen cachonda y más si van acompañadas por esas miradas viciosas. El enredador de mi marido hablo de que a mí me gustaba bailar, pero como él era un pato bailando, que alguno podría bailar conmigo. Le hubiera dado un bofetón. Quise reprocharle a Juan lo que acababa de decir, cuando Chimo se levantó y me ofreció su ...