La noche que fui sola a un bar
Fecha: 14/06/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
El relato que les contaré es real y creo que me sucedió debido a la relación monótona y aburrida que mantenía con mi novio. Me llamo Clara y soy una chica de Valladolid que como todas las de mi edad, estamos descubriendo los placeres que significa tener un novio. Mi caso lo considero distinto, ya que mi novio es un poco aburrido por decir lo menos. Nunca quiere llevarme a un bar, donde mis amigas me han contado que uno la pasa fenomenal. Me cuentan que hay chicos de todas partes y una se libera a mas no poder. Le quise dar una oportunidad a mi novio, y le dije que esa noche me llevara a un bar para divertirnos. Él me dijo esa tarde que prefería que nos quedemos en casa, así que le pedí que esa noche no viniera. Él tenía la costumbre de venir a mi casa, llevarme a la parte trasera donde mi padre estaciona el coche, y ahí me levantaba la falda y me hacia el amor rápidamente sin dejarme disfrutar nada. A mis 19 años yo soñaba con un hombre que me acariciara, me tomara en sus brazos y me hiciera el amor de una manera especial. Esa noche que sabía que no vendría, me alisté para salir e irme sola a un bar, para conocer como era la vida de noche en mi ciudad. Yo pensaba que mi cuerpo se estaba desperdiciando de esa forma, y desde muy chica mostré un desarrollo que mis amigas envidiaban. Aunque era bajita, mis senos eran algo grandes pero se compensaban con el tamaño de mi trasero. Soy de piel blanca y tengo el cabello negro y siempre me hago una cola. Me puse unas braguitas ...
... color blanco y un sujetador del mismo color, pero transparentes. En mis piernas usaba unas medias de nylon, que quedaban muy bien con la minifalda que escogí. En mis pies coloqué unos zapatos de taco alto sin talón, y finalmente me puse encima un top de lycra que hacia juego con lo demás. Cuando terminé de arreglarme, me topé con mi hermano que me preguntó a cuantos hombres iba a levantar esa noche. No hice caso de su sarcasmo, pero en mi interior estaba inquieta por lo que pudiera pasar esa noche. Tomé un taxi y rápidamente llegó al centro de la ciudad. Al bajarme pude ver una gran cantidad de carros y motos en las calles, seguramente de la gente que venía a divertirse. Entré sin dudar a un bar que tenia un gran letrero, y se podía ver a las parejas conversando y otras bailando muy pegadas. Como yo estaba sola me senté en la barra, y pedí que me sirvieran una cerveza. Ni bien me habían servido, un chico que tendría 26 años, me invitó a bailar. Fuimos a la pista tomados de la mano y mientras bailábamos, me preguntaba si había venido esa noche con alguien. Le respondí que no y pude sentir que en ocasiones se me pegaba mas de la cuenta, haciendo que mis senos se aprieten contra su pecho. Pasaron las horas y bailé con todos los que me invitaban a la pista. Algunos estaban un poco mareados y me decían cosas obscenas. El ambiente era a media luz y desde donde yo me encontraba, podía ver las mesas en la penumbra y a las parejas que se metían mano, sin importarles quien pasaba por su ...