1. Tres amigos (3 años después)


    Fecha: 16/06/2018, Categorías: Gays Autor: Cuentero, Fuente: SexoSinTabues

    ... que se había venido abundantemente en su calzoncillo. Le dije que se esperara un momento y entrando a la casa tomé mi toalla y abriéndole la portañuela sequé todo lo que pude el semen que se extendía por su prenda interior, para evitar que se manchara su pantalón como me ocurrió a mí la primera vez que Raúl me hiciera una paja por sobre la ropa. El chiquillo estaba encantado, no solo por las caricias que le había hecho primero, sino porque para limpiarlo le saqué el rabo del pantalón y se lo dejé bien limpiecito y volvió a eyacular mientras le manipulaba su bastante crecida pinga, que en ningún momento perdió su rigidez. Todo esto ocurrió sin que entre nosotros mediara una sola palabra. Luego le tomé una de sus manos y la atraje a mi picha. Al principio hacía algún esfuerzo por no tocarla, pero al rato me la apretaba y acariciaba como yo le había hecho. Cuando sentí que estaba a punto de acabar, me bajé el short que tenía puesto y se la puse en sus frías manos, pues aunque hacía bastante calor, los nervios lo tenían medio tembloroso, pero no dudó y comenzó a darle para adelante y atrás con una mano mientras con la otra me acariciaba el glande, hasta que varios fuertes chorros de leche embarraban completamente sus manos. Le dí la toalla y se aplicó a dejármela limpia como yo había hecho con él, y aunque yo seguía con una bien fuerte erección, no volví a venirme. Estuvimos en el patio un buen rato mientras yo le hablaba de la belleza del firmamento y de que era una lástima no ...
    ... tener un telescopio para admirar mejor el cielo. Todo ello para justificar de cierta manera el estar el patio de noche y solos. Un rato después le dije que fuéramos para el portal, pensando que mi mamá podía volver en cualquier momento y se extrañaría de que estuviéramos adentro. Sacamos un par de sillas y estuvimos allí conversando de cosas intrascendentes hasta que decidió irse, pidiéndome que al otro día fuera a su casa para otro partido. Entonces le dije que me esperara un momento, que lo iba a acompañar para regresar cuando mi mamá viniera, así que entré las sillas, tomé la llave de la puerta de entrada y fuimos para su casa. La noche siguiente, y sabiendo que el tocaba el apagón al otro circuito, fui temprano para su casa, donde montamos las piezas sobre el tablero y comenzamos un nuevo juego, sobre todo de las caricias bajo la mesa. Como a la media hora, llegó el conocido y hasta ese momento aborrecido apagón y ahora fue su mamá la que salió disparada para mi casa, pues ya la novela había comenzado y no quería perderse nada. No más salió su madre de la casa, cuando Ricardo fue a verificar si la puerta había quedado bien cerrada. Cuando regresó al comedor, yo seguía sentado e hizo lo mismo que yo le había hecho la noche anterior, me pegó su durísimo miembro y entonces le bajé el short que tenía puesto y me lo metí casi completo en la boca. Cuando sintió esto, un fuerte quejido se escapó de sus labios y yo comencé a meterla y sacarla de mi boca para darle todo el placer ...
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