1. La asesora de Afore


    Fecha: 29/09/2017, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... afores, lo acepté y le seguí el juego, total como quiera pues si era una amable mujer. Ella era muy seria con los trabajadores, se limitaba a hacer su trabajo, no bromeaba ni chanceaba con nadie. Pero la otra, la mas joven agarró confianza y ya era mas llevada con el personal. Una vez que regresé de comer, las vi en la caseta de vigilancia. La señora estaba hablando con un trabajador pero la otra estaba platicando y riéndose con los vigilantes. Cuando llegue a mi oficina tome el teléfono y marque a caseta para que me mandaran a la señorita, que quería hablar con ella. Cuando llego le llame la atención por estar distrayendo a los guardias y le dije que no las quería volver a ver en caseta, que se metieran a los pasillos y trabajaran dentro de la planta. Además al verla tan desarreglada le sugerí que viniera mas presentable, que no me lo tomara a mal, pero que era importante que se viera bien. Al otro día, para sorpresa mía, ya no regresó, o sea que la señora ya no se hizo acompañar por ella y trajo a un compañero hombre a trabajar. Al preguntarle por su compañera me dijo que no quería problemas por culpa de otras que no querían o no sabían trabajar bien y que la reportó y pidió otra pareja. Hasta se veía diferente, seguramente la otra le dijo lo de esmerarse mas en su presentación y ella, la señora, compró el boleto, como luego se dice. Al principio venia mal presentada, casi sin maquillaje y con la ropa algo sucia y arrugada, como que se ponía lo mismo dos días, además ...
    ... siempre se veía greñuda y despeinada. Luego de eso empezó a llegar mas bien arregladita y maquilladita con faldas y vestidos mas cortos y pantalones mas apretaditos. Como lo dije al principio no era una belleza pero se defendía. Todo el día andaba muy maquillada, como que se retocaba a cada rato. Se miraba guapa la señora, me empezó a llamar mas la atención. Con lo que paso con la compañera, aumentó su docilidad. Casi parecía yo su dueño o su patrono. Se hizo demasiado servicial, casi servil. Yo sentía como si la tuviese a mi disposición, como si pudiera echar mano de ella cuando yo lo quisiera. No había mensajes de sexo de parte de ella, para nada, pero me hacia sentir poder sobre su persona, me hacia sentir señorón de ella, me daba esa sensación de disposición. Yo si sentía cuestiones sexuales por ella, es que a veces si iba muy arreglada, a veces sus faldas eran bastante raboncitas, sin llegar a nada escandaloso, pero mucho mas que al principio y dejaba ver que todavía tenia lo necesario para sacarlo a uno de un apuro. Su cara se veía como cándida, como timorata, no sé pero tenía unas ganas enormes de meterle la verga por la boca, se me hacía que ni mamar sabía, o se la quería poner entre las tetonas que se veía que tenía. Cuando venia a mi oficina, a saludarme o a preguntarme algo, se sentaba frente a mí y podía verle hasta bien arriba de sus pirnotas, siempre traía medias, antes eran color natural, pero luego color humo o negras y con éstas se le veían muy antojables las ...
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