1. El cachorrito


    Fecha: 24/06/2018, Categorías: BDSM Autor: pupete{DF}, Fuente: SexoSinTabues

    ... mí, me sentía fatal, pequeño, insignificante... Comenzaba a comprender que eso no era un sueño, y que de todó lo que estaba ocurriendo era verdad, rendido y con su dedo ensartandome, notó como mi mente y cuerpo se rinden, abandonan toda esperanza y se queda en el ser sumiso y débil que ese monstruo deseaba... - buena chica... Sacó suavemente su dedo, sintiendo como mi interior se cerraba lentamente a su paso, pero el alivio duró poco tiempo, volvió a lubricarse y de nuevo lo introdujo, esta vez dispuesto a moverlo. Mi miembro palpitaba, deseoso de atención, mi año ardía con la fricción de su miembro, sentía con cada movimiento como el resto de su mano chocaba contra mis nalgas. - mm mm mm grrr... Sentía que lo iva a echar todo, que no aguantaría más y explotaría, sin embargo mi miembro no decaída, él continuaba en su sitio. Estaba sumido en mis pensamientos, intentando evadirme del dolor y la humillación que recibía, cuando sin ningún aviso, saca de golpe su dedo, haciéndome erguir la espalda y aullar de dolor, creyendo que eso sería lo peor, me equivocaba. Se lúbrico un segundo dedo y poco a poco fue introduciendo ambos. "No,no por favor, n-no quiero más se lo suplico..." mi mente intentaba hacerle llegar estas palabras, pero todo era inutil. - muy bien pequeño, relajate, tienes que aprender a dejarte llevar, un día dejaremos de usar el lubricante y tienes que aprender a ser bueno y dejarte hacer... Mmm si.. Asi... Buen chico.. De nada sirvió toda su palabrería, me ardía y ...
    ... dolía más incluso que antes, a cada milímetro que sus dedos avanzaban,mi ínterior más ardía, notaba como su otra mano me acariciaba, como si quisiera consolarme, rozaba mi costado, pasándola por la parte baja de la espalda, de vez en cuando la pasa por mi tripa, acariciandome la parte inferior. Cuando consiguió meterlos hasta que su palma chocaba con mis nalgas, de nuevo los sacó, se los volvió a lubricar, y los metió, siguiendo el mismo proceso anterior. Su torpeza y brusquedad hacían su uso del lubricante en exceso, mojando no sólo mi agujero, si no tambn todos su alrededores, llegando incluso a los muslos. - si si si joder jejeje que bien se siente cacho puta, respondes bien, me gusta. Mis cachetes rebotaban al ritmo cada vez más frenético de sus manos, de nuevo ese ardor interior y esa extraña sensación, unión de dolor, humillación, miedo... -! Joder zorra como me pones, no puedo aguantar más! Los sacó de golpe, pero esta vez recién sacados, me dio un azote con todas su fuerzas en la nalga derecha, haciendome gemir como un cordero en el matadero. -estoy hasta los cojones de seguir la mierda esa del manual de adiestramiento, eres mía y te educo como quiera. Yo tan sólo balbuceaba en un mar de lágrimas, haciendo caso omiso a toda su palabrería, sin darme cuenta de lo que estaba haciendo, se acercaba lo peor... Sentí como algo cálido y duro chocaba contra mi pequeño agujerito,mientras que su mano izquierda agarraba mi cadera. Se hizo el silencio durante unos pocos segundos... ...