El cachorrito
Fecha: 24/06/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: pupete{DF}, Fuente: SexoSinTabues
... N-no, no podía ser... E-eso si que no eso si que no. -Aaaaagggg!!(De una embestida la introdujo) -!MMMMmmmmmpppppfffff!( grite con todas mis fuerzas, esta vez el dolor fue mayor e intenso las anteriores veces. Todo lo anterior era para llegar a esto. Se había situado de rodillas detrás de mi, bajado los pantalones, y con su miembro, jugeteos por mi año, lubricandose la punta con todo lo que había fuera, para así poder introducirla. - siiiii aaa, esta tan cerrado, me encanta que te resistas zorra, siento como tu culo intenta cerrarse y mmmm... Comenzó a moverse y a embestirme como a una perra en celo. Me resistía y pataleaba sin importarme el dolor de las rozaduras por las ataduras, pero sus manos agarraban con fuerza mis caderas e impedía que me escapase de sus garras. Me sentía pequeño, insignificante, era un pequeño cervatillo y él me había cazado, aora era su trofeo, y estaba en sus manos. Su frenesí y excitación aumentaban a la par que mis gemidos y llanto salían a la luz. De vez en cuando recibía una nalgada que sólo conseguían rebajarme emocionalmente, su dolor se quedaba ínfimo al lado de la violacion. Sentí como su enorme tripa se posaba sobre mi espalda, sin dejar ni un segundo de moverse, comenzó a acariciar con una de sus manos mi torso, mientras con la otra se agarraba a mi tripa para no caerse. Comenzó a besarme los homoplatos, ...
... hombros y nuca, mientras que su mano jugeteaba con mi pequeño pezon, pasándolo de rosa a rojo con sus gordos dedos. - agg mmmm sii sii vamoos grrr Su miembro se introducía tanto que sentía como sus caderas rebotaban en mis nalgas, llegandome a doler la derecha con cada golpe. Sentía su aliento en la nuca, jadeante como un cerdo, su ritmo aumentaba y dejó de jugar con mi pezon, para con la palma entera agarrarme al igual que la otra, como si no quisiese que me escapara. -si si si ggggrrrrrrrr mmmmmm.... - Mmmmmmppfffff!!! Senti como su miembro crecía un poco más dentro de mí, sabiendo que significaba eso. El cálido semen comenzó a salir a pistoletazos, llegando asta lo más profundo de mi, sentía como cada gota manchaba y me ensuciaba por dentro. Mi cabeza cayó, con la mirada fija ja al suelo, dejándo que mis lágrimas cayeran directas al suelo, mientras que él, tras pocos segundos de descanso sobre mí, se levanto, limpio su miembro con mis muslos, se levanto y vistió. - ahora, eres mia. Y con esas palabras y una sonrisa de satisfacción mayor a la que trajo, se marchó hacia la puerta y antes de cerrarla tras él dijo: - mañana volveré, descansa, porque a partir de ahora, esta será tu vida. Apagó las luces y cerro tras de si, dejándome de nuevo en aquella oscura habitación, sin más compañía que mi aullidos de dolor y tristeza de cachorrito abandonado.