Mi hermana y su cuñado
Fecha: 25/06/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... de fuera, al sentirla entre mis nalgas empujé hacia él, entonces se asomó a la ventana y mientras veía coger a mi hermana, le dije que me cogiera, pero no quiso, solo quería que se la mamara, así que de nuevo a mamar verga gorda mientras hablaba entre dientes de lo buena que está mi hermana. En ese tiempo que mi cuñado estaba en casa, entre Ricardo y yo no pasó nada más, pero yo me veía con Jesús, mi amante. La primera noche en que mi hermana y su familia se fueron, algo nervioso llegue a casa, Ricardo no estaba, como se hacía tarde pensé que no llegaba y me decepcionó, como creí que estaría solo esa noche, entré a la recámara de mi hermana, busqué sus prendas íntimas y me las probé, me acariciaba en la cama de mi hermana, imaginándola coger, e imaginando a Ricardo conmigo. De la emoción no tuve la precaución de ponerle seguro a la puerta de la recámara, y de pronto entró a la casa Ricardo, se asomó al cuarto donde yo estaba y me cubrí, no quería que me viera así, no dijo nada y se fue a bañar, yo pensé que se iría a su cama, pero entró y se acostó a mi lado. Yo estaba nervioso por la ropa que traía, el mismo liguero morado de mi hermana. Le di la espalda, y cuando se acercó para acariciarme las nalgas, sintió las prendas, de inmediato se paró y encendió las luces, al descubrirme traté de taparme con las manos, creí que se iba a burlar, pero se excitó más y se abalanzó sobre mí, me abrazaba y besaba como loco, le pedí que apagara la luz pero se negó, puso dos almohadas y ...
... se recargó en ellas quedando casi sentado, tomó su verga y me ordenó que se la mamara, me pidió que me empinara y moviera las nalgas como si alguien me cogía mientras se la mamaba. Lo complací en todo lo que pedía, cuando me la iba a meter, sacó del cajón un lubricante, supe entonces que también espiaba a mi hermana masturbándose. Untó en mi culo y en su verga gorda, empezó a meterla, su verga es muy gorda y para facilitar el camino, yo abría con las manos mis nalgas, cuando estaba toda dentro, se puso de rodillas en mis nalgas, mientras yo trataba de girar mis nalgas para gozar la cogida. Luego se puso boca arriba y me senté frente a él, coloqué su verga en mi culo y me movía en forma circular, Ricardo mamaba mi pecho y apretaba como si fueran de mujer, estabamos muy excitados y empezamos a decir cosas cachondas; --¡Papi, que rico me coges,!.— --¡Me encantas así, con esa ropa, me excitas mucho!.— --¿Te gusta papi?.— --¡Si, imagino que me cojo a tu hermana, eres igual que ella, le encanta la verga, y te mueves como ella!.— --¿Ya te la cogiste?— --¡No, pero quisiera, si probara mi verga quedaría contenta!.— Estaba de acuerdo con eso, la mención de mi hermana me excitaba, en realidad Ricardo me cogía imaginando que yo era mi hermana, me calentaba que me comparara con una mujer, y más con Silvia, la única mujer capaz de excitarme. Me volteé sin sacar la verga de mi culo, sabía que esa vista lo iba a volver loco, mis nalgas se movían como locas de gusta por estar ensartadas y ...