Esclavizado en un campamento de verano - (2)
Fecha: 27/06/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... estiraré un poco más el día". -Los que quieran subir a descansar ya pueden irse, los que prefieran ver una película en la sala de audiovisuales pueden quedarse en la entrada -dijo una monitora- levantad las manos los que os quedéis para ver cuántas sillas os tenemos que poner. Yo hacía un rato que había terminado de comer y tenía las manos en el regazo, no lo pensé por un minuto y fui a levantarla cuando Roberto me la paró antes de que se hiciese visible encima de la mesa. -Súbete, que así te enseño las fotos de la excursión -me dijo delante de todos. -Sí, buena idea -dije con cierto tono de resignación. "Mi gozo en un pozo -pensé". La gente empezó a recoger y a salir, Roberto se marcho no sin antes decirme al oído que en 5 minutos me quería arriba. Me despedí de mis compañeros de grupo que habían decidido casi mayoritariamente quedarse a ver la película y a hablar un poco en la calle después, era verano y apetecía estar en la calle hasta tarde disfrutando de los nuevos amigos, pero yo tenía obligaciones. Volví a subir las escaleras arrastrando los pies, no queriendo llegar nunca, ¡no me apetecía!, pero no me quedaba más remedio, saludé a gente que me encontré por el pasillo que iba y venía, realmente a pesar del día tan duro, casi todo el mundo había preferido quedarse viendo la película, no era mal plan. Giré el pomo y abrí la puerta, Roberto estaba igual que el día anterior tumbado en su cama, pero esta vez mirando la pantalla de su cámara digital, el armario estaba ...
... abierto y con la llave puesta. Cerré la puerta con llave y sin mediar palabra comencé a desnudarme: la camiseta, las zapatillas y finalmente el pantalón corto, quedándome solo en calcetines. Lo metí todo en el armario, lo cerré, me puse la llave en la boca y a cuatro patas se la llevé hasta la cama. -Buen perro -me recogió la llave y se la guardó en un bolsillo. -¿Puedo acostarme ya? -le pregunté con nulas esperanzas. -No -dijo golpeandose ambos pies haciendo ruido con las zapatillas- tienes trabajo que hacer, hoy ha sido un día muy largo, puedes empezar -dijo sin quitar ojo de la cámara. Resignado y repitiendo la escena comencé a lamerle las zapatillas, tenían menos suciedad de la que me esperaba, aunque pensándolo bien, solo era suciedad de un día, y a pesar de eso, me obligó a estar más tiempo con cada zapatilla que el día anterior. Sin soltar la cámara, ni quitarle ojo, me ordenó sacarle las zapatillas. Le saqué los cordones lentamente y tiré de una de ellas, una bocanada de aire con olor a pies me inundó la cara, a mi polla le gustó porque ya había empezado a reaccionar de nuevo, agarré el talón y se lo lamí, estaba toda la planta húmeda y tenía restos de lefa de por la mañana que no había podido limpiarle. Con el otro pie hice lo mismo, estaba totalmente empapada la planta en sudor y tenía aun restos, el sabor era intenso. Me metí la puntera del calcetín en la lengua para limpiarle bien una mancha, estaba concentrado, mi polla me dolía, aquello estaba delicioso, cuando me ...