1. Un día de mis vacaciones (I)


    Fecha: 27/06/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... desnuda, se agachó y me besó los pezones, yo también estaba gimiendo, luego, con una destreza increíble me arrancaba nuevos gemidos al lamer suave pero firmemente todo mi abdomen a medida que iba bajando más y más, hasta llegar a mi entrepierna, donde me quitó la tanga rápidamente y hundió su cabeza en mi vagina. - - Abrí bien las piernas y me dejé hacer, sintiendo cómo iban y venían enormes oleadas de placer, cada vez que Cata me lamía el clítoris y acto seguido me introducía un dedo en mi muy mojada vagina me arrancaba gritos de placer, en mis experiencias heterosexuales había disfrutado un montón, pero tal vez por el hecho de que Cata también era mujer me estimulaba justo en los lugares donde era incontrolable la sensación. Mi amiga se veía increíblemente hermosa, agachada sobre mí, con sus manos apretando fuertemente mi cintura y con el vaivén de nuestros cuerpos mi orgasmo no se hizo esperar mucho, me vine entre jadeos, gemidos y gritos, casi ahogándome por el placer experimentado y sin poder recuperar aún la cordura me senté como pude y miré a Cata, ahora era yo la que tenía que devolverle el favor, había disfrutado como nunca e ideaba la manera de hacer retorcer a mi amiga tanto o más que yo. - - Cuando estuve totalmente recuperada me le lancé violentamente a Cata, la besaba tanto y tan profundo que sentía como su respiración se entrecortaba tratando de sobrellevar su creciente excitación; le apretaba las tetas, bajaba hasta ellas y las chupaba enérgicamente, yo me ...
    ... había puesto a cien de nuevo, pero había jurado no dejar descansar a Cata hasta verla retorciéndose inconteniblemente en un orgasmo sin igual: - - - Andrea, ommmnnnnffff, méteme el dedo, ahhggg, me estás matando de gusto, ommnnnfff, métemelo Andrea, ommfff - - Decía en medio de mis besos y sus jadeos, pero quise hacerme rogar un poco más, cuando iba a hablar hundía más profundamente mi lengua y no la dejaba decir nada, los magreos en su busto habían aumentado también de velocidad, sabía que Cata estaba a punto de correrse, pero aún así no quise introducirle los dedos en su vagina, no todavía. - - - Mmnnffff, Mmmmnnnnfffffff, ahhggg, mmmnnnnffff. - - Decía fuertemente, tratando de recibir lo que tanto ansiaba, sentí que su corrida era inminente y como pude bajé hasta su clítoris y lo lamí fuertemente, para luego introducir mi lengua lo más profundo que pude, escuchando sus gritos. - - Cata estaba experimentando el orgasmo más enloquecedor y descontrolado de su vida, no nos importaba gritar sabiendo que en ese hotel las demás habitaciones podían tener gente, en medio de sus gritos, sus convulsiones y sus sensaciones seguí lamiendo su clítoris e introduciendo un dedo y hasta dos lo más profundo que podía; cuando sentí que Cata había acabado y se estaba recuperando de la vivida sensación me separé de su vagina y me senté en la cama, me encontré con sus ojos aún desorbitados que luego se aclararon y me miraron, sin prestar mucha atención a lo que ambas pudiéramos estar pensando ...
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